Piernas temblorosas, cabeza cabizbaja y manos inmóviles. Siempre es difícil volver a la escuela, especialmente si es un internado. Imágenes de mi oscuro pasado se presentaban ante mi mente haciendo que sienta un gran peso en mis hombros. El mayordomo de la casa de mi tía me acompañaba a la entrada color caqui del edificio enorme que tenia adelante, ya no podía alojarme más en el hogar de ellos y recibir todas las comodidades que me brindaban.
-Bien, te veré entrar y luego me alejaré de este lugar. Suerte -Dijo con frialdad, manteniendo una distancia prudente de mi. Extendí el brazo con dificultad abriendo la puerta para finalmente caminar hacia el interior, y al irse cerrando veía como la figura del mayordomo se distanciaba. Me adentre por los largos pasillos tratando de evitar el contacto físico hasta que sonó la campana para el desayuno y me di cuenta que no tenia idea de donde estaba. Por suerte me entregaron un mapa con los salones y habitaciones.
Lo único malo es que no entendía nada de lo que decía.
El internado se dividía en secciones de la A a la J, los cuartos tenían numero especifico y los salones se identificaban con el nombre de la materia. (Cada sección tiene sus propias salas con cada materia correspondiente) y antes de ir al comedor para desayunar, tenía que ir a mi pieza a dejar mi maleta con mis cosas.
-Recamara 233 en la sección B -Observé con detenimiento mis alrededores para averiguar en cual estaba. D, cuartos de 130-140.... Si doy la vuelta debería retroceder a la C y llegar sin problemas. Recorrí mirando el trozo de hoja que contenía toda la información estructural de este sitio. Levante la cara para comprobar si iba por buen camino.
-¿Sección H? ¿C-Cómo llegué aqui? -Apreté el mapa con angustia, pensando en una solución a este enredo que tenía con las ubicaciones. Poco a poco entre en una desesperación profunda, aunque no duro mucho porque escuché unos pasos que se dirigían en mi dirección, de reojo vi una sombra de tamaño pequeño. Intenté concentrarme con determinación en ese condenado papel.
- ¡Hey! Hola compañero/a, soy Sans. -Extendió su mano esperando un apretón de manos. Estire la mía con duda, no quería parecer maleducado/a, pero realmente no me gustaba tocar a nadie. Nos tomamos las manos y la aparté rápidamente.
-Tu eres el/la humano/a nuevo/a ¿No? ¡Oh! Ahí viene mi hermano, es un poco excéntrico y exagerado, además se obsesiona con cumplir sus misiones. Ahora mismo su misión es llevarte a tu pieza por esto quiero hacerle una pequeña broma heh. -Puso un dedo en sus labios susurrando un pequeño "Shhh!" y luego me pidió que me ocultara detrás de un casillero. Avergonzado/a acepté su petición.
- ¡Hey, Papyrus!
- ¿Qué quieres Sans? ¡Estoy buscando al humano nuevo! No tengo tiempo para tus tonterías.
-Mhh, pues entonces si miras detrás de los casilleros de seguro lo encontrarás.
-¡No caeré en tus juegos! Tengo una gran tarea, Yo el gran Papyrus, encontraré y guiaré al humano con dedicación a sus aposentos.
-¿Estás seguro? Te sorprenderías si le echas un ojo -Contestó Sans dirigiendo su vista al particular casillero mientras meditaba si debía mostrarme. Girando a la izquierda mi rostro y dando un paso acercándome hacia ellos fue como me presente ante Sans y su hermano, oculte mis brazos detrás de mi.
- Te presento a el/la humano/a. Te dije pero no me escuchaste. -Me sonríe ligeramente, nervioso/a arrastró mi cabello detrás de mis orejas teniendo poco contacto visual con los hermanos esqueletos.
-¡Eres tú! Nyeh heh heh heh, yo el gran Papyrus, te ayudaré con la búsqueda de tu pieza. -Posó su puño en el pecho, imitando una pose heroica mientras cierra sus ojos con pasión. Me fije más en él, era increíblemente más alto que yo, a su lado parecía una pulga.
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¿Que sentimientos tengo por ti, Papyrus? (Papyrus y tu) [Reescribiendo]
FanfictionEsta historia trata de un mundo en donde conviven humanos y monstruos, ellos viven en paz y tienen los mismos derechos. Pero algunas personas siguen guardando un gran rencor hacia los monstruos, y los monstruos guardan el rencor hacia los humanos, p...