¿Que sentimientos tengo por ti, Papyrus? (Papyrus y tu) [Reescribiendo]

Epilogo (Chicas)

Papyrus y yo, despues de tres años concretamos la relación casandonos, fue una celebración muy preciosa, llena de globos, tarta y mucha comida. Sans no fue a la boda, lo único que sabemos de él es que vive con Mettaton y casi nunca lo vemos, ya que viaja seguido al extranjero. Undyne y Alphys viven juntas en Grecia, por lo que vemos en todas las fotos que publican en Facebook. Papyrus, ahora es un chef que esta empezando de a poco, a veces tiene que viajar en crucero para hacer crecer su carrera, pero yo lo apoyo con todo mi corazón. Cada vez que llega, yo le tengo una cena muy deliciosa preparada para que reponga las energias, siempre me mira con una sonrisa para luego darme dulcemente las gracias. Despues nos vamos a la cama, a gastar esas energias, hehehe. ¡Ya saben a lo que me refiero!

Luego, nos acostamos a dormir en nuestra gran cama de auto (a petición de mi esposo). Yo sigo trabajando en el area de diseño, de hecho, tengo mi propia linea de ropa, la cual es muy famosa en este lugar. Mettaton trabaja en un canal de televisión, y siempre lo vemos en las mañanas para esperar su calido saludo que nos hace sin falta. El sigue siendo muy dulce y visitandome a menudo cuando estoy sola en la casa, para asegurarse de que estoy bien.

Muffet, bueno ella perdio a su bebé, ya que sufrió un accidente: Se cayo de las escaleras. Como no estabamos seguros de si ella se había tropezado, Undyne decidio monitoriarla un tiempo, hasta que descubrimos que su novio le propinada unos golpes muy fuertes, ella estaba siendo victima de la violencia intrafamiliar. Ahora ese hombre sigue en la cárcel, y Muffet trabaja en America del Sur, siendo una secretaria de otra empresa.

Papyrus hace unos días me llamo diciendome que iba a volver en una semana, grité emocionada por el telefono, y él se rio demasiado. Como era sabado, fui a comprar la mercadería para la semana en el supermercado mas cercano que encontré, tome un carrito para llevar las cosas. Aceite, Sal, arroz, Pasta, entre otros era lo que iba hechando al carrito, pero en un momento perdí el equilibrio, cayendome hacia atrás. Por suerte, una persona que estaba detrás mio me atrapo para evitar que me golpeará la cabeza. Cuando voltee a agradecerle vi que era el rostro que no había visto hace mucho tiempo: Sans.

- ¿Sa... Sans? –Pregunte, tratando de ponerme de pie otra vez, pero sentí muchos mareos, lo que hizo que perdiera el equilibrio. Sans me atrapo otra vez.

- ¿T-te sientes bien? –Pregunto un poco preocupado. En su rostro se veia que el estaba un poco nervioso.

- No, no me siento muy bien... Estoy mareada, siento que no puedo mantenerme de pie. –Dije, sentia mi cara caliente, mis piernas temblaban por los escalofrios que sentía. Sans toco mi frente con su mano para ver si tenía fiebre.

- Estas ardiendo en fiebre, dime la dirección de tu casa, te llevaré ahí para que Papyrus te cuide. –Dijo un tanto nostalgico, pero aun seguía muy preocupado. Le indiqué el lugar exacto de mi hogar, pero sin antes advertirle que Papyrus no llegaría, ya que, estaba de viaje.

- La mercadería... -Dije mientras este me llevaba en brazos a mi hogar, el negó con la cabeza.

- Eso no es importante, lo más importante es tu salud. Te llevaré a casa y llamaré a un doctor. –Dijo a secas, llevandome en brazos. Llegamos después de unos minutos, le pase las llaves para que abriera sin problemas la puerta. Él busco la habitación en donde se encontraba la cama, dejandome recostada para llamar a un doctor.

- Gracias, Sans –Dije mientras él colgaba la llamada con enojo. Me volvió a tomar en brazos.

- Ya nadie viene a las casas a atenderte, debes ir al hospital. Vamos andando, antes de que te sientas peor. –Dijo un Sans molesto. Me puso un gorro para que no me diera tanto frio y nos dirigimos al hospital mas cercano en taxi, haciendo el viaje mucho mas sencillo para Sans, quien ya no tendría que cargarme. Me dieron una habitación al instante en el que pise el Hospital, creo que fue obra de Sans, quien logró convencer a los doctores de que yo me sentía lo suficientemente mal para que me entregaran una habitación con cama, televisión y demás.