Capítulo 2

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Leo

Maldición! dónde estás?, dónde, dónde!?

Joder!, dije que jamás te dejaría sola, soy un estúpido!

Hace un horno aquí afuera, maldición Virgo, dónde estás...

Cuando Aries recibió tu llamada me alegré pero volví a ponerme histérico cuando ví el mensaje.

Todos comenzamos a buscarte durante un buen rato cuando de repente se me ocurre utilizar el GPS para poder localizarte y juro por dios que Escorpio me miró con odio. Cosa que me descolocó un poco pero no le tomé mucha importancia.

Cuando llegamos a la escuela, fuimos directo al baño de chicas ya que era ahí donde apuntaba exactamente el GPS.

Después de que Tauro derribara la puerta del baño en seguida Escorpio y yo corrimos a socorrerte.

Luego Aries y Libra se nos acercaron alegando que ellas cuidarían de ti, más sin embargo Escorpio no se separó de ti.

Ví algo Virgo, lo juro, juro que vi algo en su mirada.

Alegría y preocupación al mismo tiempo.

Alguien más a caído ante el Ángel.

Pero lo lamento por el, ya que el Ángel, no puede amar.

Yo mismo te nombre como la mujer que no podía amar, al principio tu solo sonreiste ante ese apodo.

La razón de que yo te haya nombrado así es por que yo mismo viví eso contigo, cuando hasta hace poco tiempo yo era alguien muy vanidoso y mujeriego (que aún lo sigo siendo) quería que te enamoraras de mi, cuando pensaba que tenía a todas las chicas a mis pies.

A ti te nombre así porque Nunca caíste ante mi.

Y gracias a eso, a tu rechazo, fue que me volví alguien más responsable y que ya no rechazaba cruelmente las confesiones de amor que las chicas me hacían.

Si, es verdad que las sigo rechazando pero ahora soy mucho más considerado y amable les digo que en el enamoramiento no se tomen nada en serio conmigo.

Yo soy Leo el León.

Yo soy ese Sol abrazador.

Yo soy el que ilumina tu camino.



Leo. El Sol Abrazador que Ilumina Mi Camino.

Leo. El Sol abrazador que Ilumina mi Camino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora