Masa que sobra

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Calesita de horrores

y niños deformes;

caballos de masa que sobra.

La noche entornada era un grito,

los árboles rábicos dientes;

la sombra se come un juguete y

cual torax escupe su risa.

La daga de un sueño

despierta y se anida;

los ángeles feos montaban

caballos de masa que sobra.

La tormenta es un risco

de caras y risas infectas.

Los niños deformes no alcanzan

el aro y dan vueltas y vueltas.

N.del A. : Cuando era niño y llovía, o había tormenta, mi abuela hacía tortas fritas. Y a mi me gustaba hacerlas de formas diversas y fantasiosas, asi que me daban un montón de masa para que hiciera las mías tirado en un rincón de la mesa. Yo pedía la "masa que sobra" para hacer caballos, ángeles, rayos y muchas cosas deformes con ella, mientras la tormenta arreciaba fuera y el día se oscurecía y la memoria me traía los sueños a la memoria para encontrar de qué forma hacer las tortas.

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