Uno: rutina

45 2 0
                                    


Otro día asqueroso, siempre la misma estupidez a diario cuando comienza el día del torpe vivir, cuando las personas llegan al instituto con su sonrisa fingida y con ese vacío "Buenos días" y ese triste tono de voz quebradiza y ese ánimo de por los suelos es lo que mueve el día a día en el mundo.

-Siente el estrés en el ambiente-le digo a mi amiga todos los días.

-Tú tanto hablas de lo monótono que son los demás en su vida y siempre repites esa frase en las mañanas sin falta-respondió la pequeña ignorante.

-Calla tonta, ¿siempre tienes que responderme eso todos los días? Tu simple compañía hace que no explote en mil pedazos cuando pierda los estribos, así que, no lo arruines- respondí con sarcasmo

Todos los días era la misma tontería, dando vueltas una y otra vez a los temas de conversación entre mis compañeros los cuales parecían casi zombis. ¿Viste el nuevo capítulo de "Héroes del más allá" que salió ayer? Siempre lo mismo "Héroes del más allá" aquí "Héroes del más allá" por otra parte, sentía que si pasaba un solo minuto más junto a ellos golpearía al alguien.

-Cálmate pequeño.

No era necesario que me llamara así, si es cierto mi estatura es baja pero ella más que nadie sabe que golpeare a algo si me llaman pequeño como la última vez que termine partiendo un bolígrafo por la mitad.

-No me digas así -respondí mientras trueno el dedo índice de mi mano izquierda -solo que pienso que explotaré si sigan hablando de esa estúpida serie.

-Cálmate pe-que-ñín -dice con una voz burlona

El bolígrafo tinta azul en mi mano terminó sufriendo el mismo destino que el anterior, manchó toda mi mano y la manga de mi camisa blanca manga larga, el escritorio comenzó a tornarse de la tinta azul la cual casi llega a mi pantalón, me levanto rápidamente antes que la tinta me alcance la entrepierna haciendo así una mancha bochornosa.

-¡Idiota! -Grito con toda la fuerza de mi voz -¡¿Por qué eres tan idiota Pluckted?!

Todo el salón se voltea a verme junto con el profesor, todos me observaban como siempre, todos pensando ¿Qué le pasa ahora a ese loco? No hay nadie en este instituto excepto Partyal que piensen que estoy loco, Partyal es la única persona que no me juzgó a primera vista, la única que no me juzgó solo por mi desordenado cabello café, mi camisa por fuera, mis pantalones casi desgarrados por los viejos que son, por mi forma de pensar, simplemente por pensar como alguien normal, alguien que no es un zombi en la sociedad, alguien que sabe lo triste que es lo monótono. Aún recuerdo hace cinco años cuando estábamos comenzando séptimo, la coincidencia de apellidos quedamos en la misma línea de escritorios.

***

La conocí para mi desgracia ese día, la única persona que no ha hecho explotar mi cabeza por las idioteces que hablan. Ella delante de mí y yo justo atrás de ella, vi como escribía una pequeña historia acerca de lo triste que era la vida de un estudiante, siempre con la misma rutina, el mismo horario, las mismas aspiraciones, simplemente ese poema hizo que le hablara, sabía que no era un tonto zombi rutinario en frente de mí.

-Que tienes ahí niña -dije con una voz indiferente.

-Nada que te interese rutinario -respondió con arrogancia

Pensé que sería otra persona tonta que solo se preocupa por su popularidad y por eso no hablaría con alguien con una apariencia que tiraba hacia atrás con solo verlo, pero, una semana después me di cuenta que esa niña no pensaba de esa manera, la manera de la sociedad zombi.

-Sabes, molesta que estés todo el tiempo intentando leer lo que escribo -me dijo con un tono molesto chillón desesperante -si tanto te interesa la lectura compra un libro y déjame en paz.

-Sabes, pensé que serías diferente a los demás, pienso que no me equivoque al creerlo pero tu actitud hace que pierda credibilidad de mi mente.

Parecía que a lo lejos se asomaba una sonrisa, ella sabía muy bien que por mi actitud no sería el típico tonto detrás de ella intentándola simplemente ligar sin ningún tipo de plática convincente como preguntarle su no nombre, edad, color favorito y todas esas cosas que son irrelevantes en dos personas que apenas se conocen.

-Dime, ¿qué buscas en mí? -Preguntó mientras seguía escribiendo en la página del cuaderno.

-Simplemente, nada.

Parece ser que esas dos palabras fueran suficientes para casi ganarme su confianza, supo que mi intención no era invitarla a salir un día a hacer lo típico que hacen las personas cuando tienen citas, supo que mi interés en ella como pareja era mínimo. Yo solo quería saber su forma de ver el mundo en el cual estamos ya que era casi parecida a la mía.

-¿Quieres leer esto? -Preguntó mientras arrancaba la página y me la ofrecía deseosa de que lo viera.

"Triste historia, triste vacío, triste rutina,

Siempre es así, como los poemas en verso,

Siguiendo reglas, siguiendo leyes, ¿por qué

Son así de tontos todos, por qué no pueden

Ser libres? Libres, como un poema en prosa"

-Qué triste gramática -Dije sarcásticamente -Se nota que eres una aficionada a la escritura. Mira esto, que idiotez, la prosa siempre tiene reglas no importa que hagas nunca huyeras de ellas.

-Tonto, maldito tonto, te odio rutinario.

Desde ese día comenzamos a hablar, aunque no muy seguido, pero, tenía la certeza que nos volveríamos muy cercanos, pero esa cercanía no llevaría al borde de la desesperación.

RutinariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora