xxi.
Fue cuando se marchó que Zelma se dio cuenta de lo que sentía. Añoraba su risa. Soñaba su rostro. Anhelaba sus besos.
Oh, como la echaba de menos.
xxi.
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Fue cuando se marchó que Zelma se dio cuenta de lo que sentía. Añoraba su risa. Soñaba su rostro. Anhelaba sus besos.
Oh, como la echaba de menos.