Skate in the ice (OS)

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Y bueno después de mil años su autora gei decide reaparecer y hacer un one shot  JAJAJAJA espero que sea de su agrado, disfruuuten.

Al suelo, otra vez. 

Era la quinta ocasión en la que el pequeño ruloso de 10 años intentaba patinar sobre hielo. No había salido bien la primera vez, tampoco la segunda y la tercera, oh santo cielo, la tercera vez fue la más dolorosa. 

Se levanto del suelo sacudiendo su pantalón lleno de nieve, hacia frió pero esa no era una excusa para él. Quería patinar bien lo antes posible,  sus primos vendrían en vacaciones y probablemente ellos quisieran verlo con un par de patines en la pista de hielo comunitaria de la ciudad. 

-Harry, entra ya, muchacho- Demandó su padre por la ventana- Hace frió afuera y tu sigues ahí, más tarde podrás practicar- 

-No, no quiero, déjame seguir papá, por favor- 

-No hijo, entra ya-  Después de pensarlo concluyo en que entrar era lo mejor, si no lo hacia se podía enfermar y no, el no quería eso. 

Harry hizo un pequeño puchero asintiendo con su cabeza y con mucho cuidado se sentó en la nieve, tomo la bolsa de color celeste, saco sus tenis y se quito los hermosos patines color rosa pálido guardándolos en el bolso. Le gustaba ese color, y su mamá se los había obsequiado hace poco de cumpleaños. Finalmente se puso los tenis, se colgó la bolsa al hombro y camino hacia su casa, la más colorida del vecindario. 

-Llegué- gritó cuando paso completamente por la puerta, cerrándola segundos después.

-Hola cariño- grito Anne, su madre- Pronto la comida estará lista, sube a tu cuarto y cámbiate yo te llamare cuando todo este listo. 

-Okay- Respondió Harry

 Subió por las escaleras y fue a su cuarto, encontrándose con Mimi su gatita angora. 

-Hola pequeña, ¿cómo te va?- Sabia que era estúpido preguntarle como le iba a un gato, pero su hermana no estaba en casa y por lo general con ella era con la que hablaba. No era como si sus padres no compartieran una buena charla con él, es que simplemente Harry prefería no molestarlos cuando estaban ocupados ya que tendían a contestar cosas sin sentido o salidas del tema. 

Dejó la bolsa en la mesa de noche, se quito su ropa poniéndose su pijama y se tiro a la cama, respiró hondamente hundiéndose lentamente en las sabanas. Quedando así, dormido.

 ...

Pasaron casi dos meses desde que Harry aprendió a patinar, el pequeño estaba más feliz que nunca, en un mes vendrían sus primos y el podría mostrarles la maravillosa técnica que aprendió al patinar. Sus padres lo habían apoyado en todo, tanto que decidieron llevarlo a una academia de patinaje sobre hielo, el instructor tenia mucha paciencia con los demás chicos, pero sabia que con Harry todo era diferente, se notaba el esfuerzo en su actitud y aunque se caía dolorosamente se levantaba y seguía como si nada hubiera pasado. 

Harry patinaba tranquilamente en la pista de entrenamiento, sentía muchas miradas, casi siempre le sucedía, No era como si el oji-verde llamara toda la atención ya que después de un momento la gente dejaba de verlo, pero hoy presenciaba una que no había notado antes, un par de ojos azules lo observaban con gran atención, no se perdían ni un solo movimiento que empleara, siempre fijos en su cuerpo.

El ruloso hizo una pequeña maniobra y termino, viendo directamente al lugar donde provenía la atenta mirada. Vio a un castaño con ojos color zafiro y sonrisa brillante, le estaba sonriendo, a Harry le pareció tierno y le devolvió el gesto. Miro su reloj, oh mierda si no se daba prisa llegaría tarde para la cena, lo que significaba un gran regaño de su madre.