El Conductor de las Leyendas

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En medio de la lluvia, la ventana de un Ferrari se abre para revelar a un hombre joven con cabello tintado, con ojos llenos de arrogancia. "Buenas, veo que has traído a otro perdedor otra vez." 34D sonríe, diciendo: "Sí..."

Mi confianza fue atacada y aprieto mi puño fuerte del enfado. De verdad que quería salir ahí fuera y romper el Ferrari, pero después de eso no tendría dinero para pagar los daños. Olvídalo, resistiré la tentación.

"Empecemos!"

34D a mi lado enciende el coche y pone la mano en la palanca de cambios. El Ferrari a su lado también empieza a moverse.
zoom

El chasis del coche tira para adelante y la inercia es realmente aterradora.

Los tres coches siguen adelante juntos mientras siguen el camino montañoso debajo la cortina de la lluvia.

Justo delante hay una curva cerrada y me cojo a mi cinturón fuertemente, con mi boca cerrada. A esta velocidad, si el coche llega a no girar, estaría debajo un barranco ahora.

Whish

La belleza a mi lado violentamente gira el volante mientras cambia la marcha. Qué manera de conducir tan precisa!

Tal y como esperaba, las ruedas del coche patinan sobre el suelo, creando un gran arco. Después de este giro, 34D consigue ponerse delante de los otros coches.

Los labios de 34D forman una sonrisa, riendo dulcemente. Se gira para mirarme, a lo que devuelvo una mirada en blanco. Eso la decepciona un poco. Probablemente quería asustarme y hacerme arrodillar en el asiento mientras rogaba: "Por favor, perdóname y déjame salir del coche."

Desde detrás, el rugido de un motor se puede oír. El Ferrari avanza el TT, durante una curva de manera excelente. El TT realmente no se puede comparar a un coche de carreras.

La Diosa coge fuertemente la palanca de cambios, con sus ojos pegados a delante. Continúa acelerando.

34D prueba de avanzar el Ferrari pero sin ninguna esperanza. Estaba un poco irritada y casi friega contra uno de los guardaraíles una vez.

Whish

La lluvia no para de caer hacia nosotros cuando el Ferrari gira bruscamente, de manera perpendicular al TT. 34D no tiene otra opción a frenar, causando visible desagrado.
Dando un golpe al volante, 34D aprieta los dientes.

El hombre del Ferrari continua riendo, diciendo: "Qué pasa? Solo tienes éste nivel de habilidad? Dónde ha ido esa actitud fiera con la que retaste a mi hermano menor la semana pasada? Jajaja!"

Saldo del coche rápidamente, caminando hacia el asiento del conductor y doy golpecitos en la ventana. "Ponte en el asiento del pasajero, déjame probar!" Le digo.

34D se sorprende: "Tu? Tienes permiso de conducir?"

Sonrío y respondo: "No, pero no te tienes que preocupar..."

"Me estás diciendo que me relaje cuando no tienes ni un permiso de conducir?"

"Igualmente ya has perdido, y como igualmente quieres morir conmigo, ya me podrías dejar probar!"

"De acuerdo entonces..."

34D se decide, pasándose al asiento del pasajero. Un par de piernas blancas como la nieve se muestran delante de mí, lo que hace que salive. Si no me odiara, sería genial. Qué chica más guapa, blanca como la nieve...

Sentándome en el asiento del conductor, enciendo el coche, sacando mi cabeza des de la ventana. "Eh, esto no se ha acabado. El primero que suba a la montaña gana, de acuerdo?

El cara del hombre del Ferrari se contorsiona con desdeño, diciendo: "Tch, un guarda de seguridad... déjame apostar contigo entonces!"


El Ferrari entra en acción, seguido de cerca por el Camaro, y yo detrás. Ni rápidamente ni lentamente, me acerco a la segunda curva y aprieto el acelerador, cambiando de marcha a su vez. Skshhhh Los sonidos de una rueda chirriando sorpasan al Camaro mientras lo avanzo. Ha sido un avance magnífico, si lo digo yo mismo. Al final, el conductor del Camaro tuvo miedo y no tuvo otra opción que frenar. Quién se atrevería a seguirme de tan cerca?

A la quina curva, parecía que no tuviera la intención de acelerar, pero justo en ella acelero, saliendo propulsado. El TT ya estaba a la par con el Ferrari, completando una maniobra de alto riesgo para avanzarle. El agua con barro salpica contra el Ferrari mientras completo la maniobra. Escuchando el grito enfadado del hombre del Ferrari, 34D no puede contener la risa.

Zhan LongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora