Descifrando: El árbol del Bien y el Mal, Suma Teológica [Santo Tomás]

De la Ciencia del árbol del Bien y el Mal

Como ya se ha dicho antes, la gracia original de la humanidad y su bienestar obedecía a que su voluntad estuviera en constante seguimiento de la voluntad del creador.

Para reforzar esto Dios estableció para la humanidad ciertos preceptos, a fin de que la especie desde el origen se acostumbrara a seguir su correcta voluntad para el bien de toda persona humana.

Entre dichos preceptos estaba el de comer del fruto de todos los árboles del paraíso, y la prohibición de probar del fruto del árbol de la ciencia del bien y el mal.

Y esto, no porque fuera malo en sí mismo el uso de este fruto, sino para que la humanidad observase un precepto tan llevadero, sólo porque Dios lo había mandado.

Comer del fruto prohibido significaba la perdida de la sumisión de los seres humanos a la razón y voluntad divina, y con esto el desequilibrio de toda su naturaleza, este desequilibrio los llevaría a morir en cuerpo y arriesgar incluso la perdida del alma. Se reforzaba con la prohibición la razón y voluntad del ser humano en la voluntad divina para su propio bien.

Finalmente el uso del fruto prohibido llegó a ser un mal, no porque fuera venenoso en sí, sino porque estaba prohibido, yendo en contra de la voluntad divina.

Este árbol fue llamado árbol de la ciencia del bien y el mal no porque tuviera virtud para producir la ciencia, sino por el acontecimiento subsiguiente, es decir, porque los seres humanos, al comer su fruto: Sabrían por experiencia propia la diferencia que hay entre el bien de la obediencia y el mal de la desobediencia : el desequilibrio que causaba en el ser humano la separación de su razón con la voluntad de Dios y el peligro de perderse en las tinieblas..