El sonido de un lapicero golpeando contra una mesa de aluminio me sacó de aquella imaginación la cual solía refugiarme tantas veces quería; al levantar la vista vi a un par de hombres mayores vestidos con un uniforme de policía.
—Volveré a repetir la pregunta ¿qué hiciste con los niños? —preguntó aquel hombre de piel morena y una edad aparentemente de 40 años.
—No sé de qué me están hablando —dije con una sonrisa mientras me acomodaba al asiento.
—No quieras gastarnos la paciencia —una risa fuerte salió de mis labios, el dolor de la cabeza me estaba fastidiando y todavía me preguntaban cosas que no me interesaba en nada y ni tenía ganas de recordar.
Voltee a ver hacia un cristal que aparentaba ser un espejo; ahí me vi sentada con un vestido blanco, aquel que tanto me gustaba usar pero aquel color que mostraba pureza estaba manchado por sangre, mucha sangre que incluso coloreaba mis brazos y mi rostro; mi cabello castaño claro estaba suelto y enmarañado.
Era cierto… Los había matado.
Unos meses antes vivía en un refugio nazi con un grupo de niños que no pasaban de los 8 años; ellos a pesar de su edad eran futuros soldados con un linaje ideal y una mezcla sanguínea perfecta.
Después de la segunda guerra habían secuestrado niños de diferentes nacionalidades para encerraros bajo tierra en sitios lejos del entendimiento del gobierno. Se les drogaba y experimentaban con ellos durante muchos años, querían encontrar algo en particular pero no encontraban la forma.
Después de varios años encontraron diversas formas de conseguir lo prometido, trabajar con el cuerpo de mujeres secuestradas que las embarazaban para que den a luz niños con mejor linaje y así perfeccionándolos para que en un futuro sean utilizados para que sean soldados o asesinos que trabajen para el gobierno alemán.
Yo fui parte de esa experimentación y poseía aquello que tanto buscaron, pero soy una mujer y no podía ser la chica que esperaban así que me educaron para mentalizarme que al crecer iba a dar a luz a un niño que serviría al país.
A pesar de ser muy joven cuidé de los niños que por ser sólo varones iban a estar en el lugar que me pertenecía y hacer lo que yo siempre quise hacer. Era ridículo que niños tan idiotas podían hacer algo tan valioso como servir al ejército.
—Estamos esperando una respuesta —la voz horrorosa del hombre me llamó la atención. Me daban tanto asco los hombres, tan perfectos que se creen pero no era así, yo había hecho más que Hitler con todo su ejército trabajando para él. Sí, yo había creado revoluciones y asesinado más gente con menos herramientas; una mujer de 15 años había visto el horror y asquerosidad creada por un gobierno lleno de hombres. La sangre perfecta y aquel linaje que tantos años lucharon por encontrar no pertenecían a ningún varón sino a una mujer. Esa era la verdad.
Detrás de una apariencia perfecta, casi un ángel bendito caído y besado por el mismo Dios que todos adoraban estaba un demonio que buscaba entrar al mismo paraíso para volarle la cabeza al creador.
Una característica risa mía llamó la atención de los policías, no tenía miedo alguno, al contrario sabía qué hacer para poder salir de ahí y seguir con mis planes; ellos sólo se preocupaban por un grupo de mocosos desvergonzados y no por lo que estaba por venir… yo había pisoteado la cabeza de sus naciones y pateando el culo de Hitler tantas veces que me había aburrido.
¿Cómo había terminado en un confesionario?
Simple. Yo me había entregado por gusto, necesitaba tiempo y lo estaba ganando tan fácilmente, mientras que ellos creían que me habían capturado y obtendrían sus respuestas yo cumplía con mi objetivo. Hombres tenían que ser, asquerosos y repugnantes hombres.
Ahogada en la risa escuché que la puerta se abrió entrando un hombre con una gabardina cara y con un porte de “hombre impenetrable” tan ridículo, como si no supiera que él es tan cobarde como todos los cerdos que había conocido desde que nací, tan viles y estúpidos.
—¿Enserio quieres que te encierren por secuestro y trata de blancas? - dijo el hombre intentando intimidarme.
—¿Blancas? Sólo son unos críos… no sean exagerados —Antes que dijera algo más alcé la mano y se la mostré llena de sangre seca—Acaso no esperarían a que cumpla la mayoría de edad para encerrarme, soy una niña… una pequeña e inocente niña.
—No eres una inocente niña, eres una asesina —dijo con seguridad pero yo sólo seguí riendo.
—No hables de mí como si se tratara de ti. ¿Acaso sabes qué estás buscando? O sólo quieres encontrar lo que tus superiores te dijeron.
—Claro que sé que busco, sino no estaría aquí. Ahora habla —ordenó ese hombre con tal superioridad que me causaba una risa inmensa ¿qué se había creído ese bastardo?
Comencé a golpear la mesa como si estuviera golpeteando unas teclas de algún piano, reía como si se tratara de un chiste lo que estuvieran diciendo y sus voces iban desapareciendo de mi sentido del oído.
—¿sabes la canción que estoy tocando? —pregunté mientras que miraba a ver a aquellos hombres con una amplia sonrisa y mis ojos muy abiertos. Aquellos recuerdos comenzaron a aparecer por mi cabeza, cuando todo comenzó… Aquellos años donde vivía bajo la sombra de ellos, de aquellos hombres y con tan sólo 13 años fui víctima de la insensata perfección, pero si no se trataba de mi no podía ser de nadie más.
Al cerrar los ojos comencé a recordar cómo había decidido comenzar con mi misión… ¿Quién soy yo? No tengo nombre oficial, no nací en alguna familia o algún sistema que podía caracterizarme como “humana” pero… todos aquellos que me conocen me nombraron “Santa”.
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¿corto? :D es el capítulo 0...
Actualizaré cada semana dependiendo como vaya avanzando porque también debo actualizar "NO SIGNAL" que actualizaré cada jueves o viernes, "La voz del amor" que se actualiza los fines de semana, "pies sobre la tierra" será mensual la actualización y al final de este mes saldrá "Con las puertas cerradas"... la de "luna de colores" sigue perdida (la persona que la guardaba no la encuentra) y "Cenizas del pasado" apenas comenzará a editarse ya que he estado ocupada.
Espero como siempre sus votos y comentarios.
Aquellos que son mis seguidores, mis lectores o mis votantes saben que siempre estoy al tanto de ustedes, recuerden que les amo :D
Besos.
ANNY