¿cómo que me caso?

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Mis padres siempre me trataron como una muñeca que ellos manejaban a su antojo, como si yo fuera un puto títere.

La gota que colmó mi paciencia, fue cuando me entere que mi padre sin mi consentimiento me había conseguido trabajo de arquitecta en una empresa de construcción, eso no era lo malo, pues si me gradué de arquitectura fue porque quería ejercerla, porque me gustaba el arte de sacar del plano esos dibujos y convertirlos en reales obras de arte, en hermosos monumentos y hacerlos perdurar por los siglos de los siglos, sino, que sin yo conocer a el hijo del dueño me comprometió con él.

De pensar solamente en eso, se me revolvía el estómago, no sabía cómo era: si era alto, bajo, delgado, fuerte, gordito, su color de pelo, de ojos, ni siquiera su color favorito, ni que música le gustaba, nada, no sabía nada de él.

Todo eso fue hace un tiempo y vengo a contar como acabe con su hermana, la mujer más interesante que he conocido. Soy Alison McKency y esta es mi historia.

Alison:

Un sábado en la mañana, me despierto tarde a eso de las 10:30 AM, me aseo, visto y bajo a la cocina a desayunar, al parecer los demás miembros de mi familia también se habían quedado dormidos, pues mi madre aun preparaba el desayuno, mi hermana de 18 años estaba sentada en la mesa al lado de mi padre. Él estaba leyendo el periódico, y Vanessa, mi hermana estaba con los pies sobre la silla, como en cuclillas, pero casi sentada, revisando en el teléfono para ver si tenía algún mensaje de voz, un texto, un twist, ver si tenía algo, y así todo el día.
Mi madre sirve el desayuno, y todos nos sentamos a la mesa y empezamos a desayunar. Termina mi padre, como siempre de primero, esta algo raro, lo noto.

- Tenemos que hablar - con cara de pocos amigos me dice y yo trago en seco, se veía mas imponente de lo normal.

Me hice un poco la tonta para ver de que se trataba.

- si, ya se lo que me vas a decir, que busque trabajo, que no se puede vivir del aire todo la vida o de la mesada que me das. Si ya ese cuento me lo sé, y estoy trabajando en ello ok? - dije con una sonrisa pícara en mis labios.

A lo que añadió mi padre.

- no para nada, ya no hace falta, te conseguimos un trabajo de arquitecta en una empresa de construcción de un amigo mío.

- oh ohm esto me huele mal mejor me voy a mi cuarto.-dijo mi hermana levantándose de la mesa.

- ¿Por qué haces las cosas sin contar conmigo? ¿y si no me gusta? y aparte porque no me preguntaste antes de hacerlo?

Mi madre no decía nada solo miraba y callaba.

-Ah ¿y tienes novio?

-¿Qué? No... porque?

-Porque ahora ya tienes uno, mi amigo tiene mucho dinero y su hijo igual al que tú ya está en edad de casarse, sentar cabeza y crear una familia.- dijo con una mirada fría y como si fuese a sacar tajada de todo esto.

- ¿Pero que dices? si ni lo conozco! y aparte tú no puedes mandar en mis sentimientos! - dije casi gritando, con una mueca de asco en los labios.

-mide tus palabras señorita, recuerda quien yo soy y quien tu eres, mientras vivas bajo mi techo aras lo que yo diga -dijo con en tono autoritario y amenazante - ah y si es por conocerlo, lo conocerás hoy, así que cero quejitas y vete a arreglar que tenemos un almuerzo.-

Yo miraba a mi madre y ella a mí, yo sabía que ella creía que esto estaba mal, pero como le tenía tanto miedo a mi padre no decía nada.

-pero PAPA!, yo, yo no quiero-dije mientras aun sollozaba

Y subí a mi cuarto enfadada, con la cabeza caliente por todo lo que había pasado, me puse a pensar y me di cuenta que la única manera de librarme de ellos era haciéndole caso a mi padre por tan solo una vez en la vida, primero lo miro, si me gusta, me casaba con este chico... tendría de todo, porque su familia es muy rica según mi padre, así no dependeré más de ellos... y si no me gusta, no tendría nada que perder el simple hecho de intentarlo valía la pena. Así que no dude más me arregle para la ocasión, me maquille bien, revise mi armario y encontré 3 vestidos que me servirían para este primer encuentro, yo estaba súper indecisa, así que me aparezco en el cuarto de Vanessa para pedirle ayuda, y hizo lo que pudo, escogió uno que a mí me pareció bastante bueno, un vestido negro, corto y muy sexy que en mi bello cuerpo se veía ufff súper.

Yo pensaba que iba a ser un almuerzo, porque eso me dijo mi padre, y así cuando todos estuvieron listos nos fuimos a conocer a mi prometido.

En el auto, Vane me pregunta bajito el porqué de mi cambio radical con respecto a lo del matrimonio.

-Alis en serio dime soy tu hermana pequeña y te conozco lo suficiente para saber que algo me escondes. ¿Qué tramas? Cuéntame por fis. -parecía que con la mirada me husmeaba en mi mente.

-Deja de meterte en mi cerebro que no lo aguanto!... sabes? Me estas debilitando... ¡Me muero! -dije bromeando

- Está bien no me digas... pero después no te arrepientas de no haberme pedido un concejo. Pues para ponerte la ropa si sirvo pero para las cosas malvadas que planeas no? Nunca me cuentas me siento excluida. Después no me vengas con lamentos como siempre que no te apapaecharé - dijo haciendo pucheros y cruzando los brazos

- OK, OK tu ganas por mayoría de votos y chantajes emocionales te cuento pero con la condición de que no me juzgaras.

- Vamos espero tu respuesta - dijo con ansias

Le conté que lo hacía para largarme de la casa porque estaba cansada de que siempre decidieran por mi, pero todo esto si el muchacho me gustaba. Y ella con cara de ¡Que Fuerte Tía! ¡QUEEEE FUERTEE! Me dice

- Que bien!! Así me quedo con tu cuarto que es mas grande y tendré a mis padres solo para mi - me dio un beso en la mejilla - pero yo también te canse - dijo mientras cambiaba su cara de alegría a desconcierto.

- No te preocupes que a ti te iré a visitar ¿Y te alegraste porque te vas a quedar con mi cuarto? ¡Descarada pensé que me querías mas! ¡Que rogarías porque me quedara! - Dije en tono burlón y le propine un pequeño beso en la mejilla.

Pocos minutos después llegamos, por fuera se veía fenomenal, era un palacete por no decir una mansión. Mi padre toca el timbre y abre una especie de mayordomo, con un traje muy elegante negro.

Amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora