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Había una pequeña y leve llovizna, la mañana estaba bastante fría, por lo que era normal ver a los estudiantes abrigados hasta los huesos. El día anterior también había sido igual de frió o tal vez mas, pero si estaban en una de las estaciones más heladas del año, era algo normal.

Su objeto de la suerte era un paraguas, algo muy conveniente para este día, pero tal vez un calentador de manos no hubiera sido una mala. Caminaba rumbo a la escuela, su bufanda mantenía su nariz a salvo, solo faltaba unas cuantas cuadras para llegar y resguardarse un poco del frió.

Guardaba sus zapatos en su casillero y tenía el presentimiento que algo no estaba bien, la mañana había estado demasiado calmada y eso no era normal. Llego hasta el salón se sentó en silencio dejando el paraguas al lado de su asiento, faltaba poco para que llegara el profesor así que solo espero.

Miro a su alrededor..." ¿Takao todavía no llega?... ¿Acaso no sabe que está por comenzar la clase?..."

Durante la primera hora Takao Kazunari no llegó, por un lado Midorima pensó que sería agradable poder descansar de su carácter al menos por un día. En el descanso solo permaneció en su asiento leyendo un libro, no había razón para salir afuera con el frió que hacía.

-No es lo mismo si no está Takao-chan-dijo una chica del mismo salón

-Es cierto, además es muy raro que él se resfrié, después de todo es un deportista... ¿Qué pudo estar haciendo para que se enfermara?

"Con que enfermo...Takao está enfermo" suspiro para sí mismo. Esa era una buena razón, todos sabían que a Takao le gustaba holgazanear pero no era una persona irresponsable como para faltar a algo sin tener una buena razón.

Había pasado la mitad del día y Midorima sentía que faltaba algo, tenía que admitir que no estaba acostumbrado a esto, desde que se separó de la generación de los milagros Takao siempre había estado a su lado..."Ese Takao...solo tiene que mejorarse y volver"

El entrenamiento fue solitario sin la presencia del alegre peli negro, pero Midorima no podía pensar que el mundo se acabaría si no estaba el molesto chico, solo era un refriado, estaría solo un día... sabia que se estaba ahogando en un vaso de agua.

Camino hacia su casa, todavía llovía...pero tal vez mañana seria un día mejor, eso decía su horóscopo... todo se mejoraría y que estaría bien, si se lo decía su confiable horóscopo no había razón para desconfiar.

El objeto de la suerte para hoy era una bufanda negra, no estaba lloviendo pero de todas maneras Midorima llevo el paraguas, las nubes sobre su cabeza lo hacían desconfiar.

"Solo debo esperar...esperar", miró de re ojo la puerta esperando aquella inconfundible figura...pero no llegó. Eso significaba que estaría solo de nuevo, esto no le gustaba para nada, se arrepintió de decir que podría aprovechar la ausencia de Takao. Quizás no era un resfriado y era algo más grave que eso.

Le envió un menaje durante el almuerzo, el cual decía "El entrenador dice que duplicara tu entrenamiento"...pero en realidad el quería preguntar cómo estaba o algo por el estilo, pero no sabía qué hacer en ese tipo de situación, estaba seguro que si le decía que estaba preocupado seria objeto de burlas.

Al salir de clases camino hacia una farmacia, pero ¿Qué se le tenía que dar a un persona enferma?, era posible que su madre ya le hubiera tenido todo...eso lo dejaba sin ideas...entonces no era una buena opción ir a visitarlo con las manos vacías, ¿Pero era necesario llevar algo para visitar a alguien?...la cabeza de Midorima estaba llena de estúpidas dudas.

-Te ves algo preocupado Midorima-kun

-¿Qué?...-se sobresalto-¿Qué rayos...? no me asustes así Kuroko

-Estaba aquí desde hace un buen rato, me disculpo si te asuste... ¿Qué haces?

-Nada... ¿Qué hay de ti?

-Estaba de compras-le mostró la bolsa entre sus manos-Kagami-kun esta resfriado, así que iré a visitarlo

-¿Ese demonio resfriado?, pensé que no era humano... ¿Qué compraste?

-No pensé que fueras curioso Midorima-kun-sonrió-nada fuera de lo normal, vitaminas, pañuelos, analgésicos...ya sabes, bueno me tengo que ir...dale mis saludos a Takao-kun

-Espera... ¿Solo vas porque esta refriado?

-¿Hee?...voy porque quiero verlo y porque estoy preocupado, no necesito otra razón

Las dudas de Midorima desaparecieron, estaba más seguro, aunque sabía que lo que pasaría una vez que llegara, pero eso no importaba ahora. Camino hasta la casa de Takao, pero su valor desapareció, tal vez no era una buena idea después de todo... ¿Y si estaba mejorado y no fue porque solo quería holgazanear?, ¿Qué haría con las cosas que compró?...

-"Nanodayo"-suspiro y tocó el timbre, se demoraron en abrir la puerta por lo que su nerviosismo aumento

-¿Midorima-kun?...que gusto verte, no te veía desde hace algún tiempo-sonrió la madre-¿Qué te trae por aquí?

-Me entere que Takao está refriado así que vine a dejarle los apuntes

-Eres muy amable... tendrá que ponerse al día...como trabajo no he podido cuidarlo adecuadamente...y ahora lo volveré a dejar solo, tengo que ir a trabajar

-...-¿Esta podia ser la buena suerte del dia de hoy?-...puedo cuidarlo mientras usted no esta

-¿Qué?...como se te ocurre no es tu deber

-No me molesta, la llamare si pasa algo, además no puede faltar al trabajo...déjeme a Takao-sonrió

-Mi hijo es muy afortunado, muchas gracias

Takao estaba durmiendo, así que por mientras exprimió algunos limones para hacerle una limonada caliente, leyó que el objeto de la suerte de Takao era una flor así que cuando salió de la farmacia compro una pequeña flor.

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El resfriado de Takao (MidoTaka)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora