Supernova

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Del silencio absoluto, del vacío universo, nació sin previo aviso. Hija del Dios y la Diosa del Universo. Con una gran explosión de proporciones nunca antes vistas, fue como se originó su existencia. Nacida con ojos muy especiales, se podía ver la inocencia y el poder que salían de ellos, brillaban tanto que podían iluminar una pequeña parte del Universo, en ese momento se les ocurrió el nombre perfecto para ella, su nombre sería un nuevo termino para definir algo brillante, imponente, poderoso y hermoso, –Solaris– susurró su madre, y su padre al momento de escucharlo no pudo evitar esbozar una gran sonrisa en su celestial rostro, su madre la puso entre sus brazos y le dijo al oído –tu, mi amor, serás el tesoro que algún día haga brillar al universo con tu maravillosa creación, ahora solo falta esperar a que seas suficientemente mayor para poder inundar con tu luz este basto universo que hoy, tus padres, te damos para que ilumines, puedes decorarlo a tu gusto, mi niña, pero siempre recuerda que nadie tiene derecho a lastimarte para cumplir sus cometidos, siempre debes tener fe en los demás, pero, cuando el camino se vea arriesgado y esa luz en tu corazón te diga que te detengas, debes hacerle caso, porque tu brillante corazón sabe que el peligro se avecina aun cuando faltan eones para que éste muestre su asquerosa cara, así que confía en tu corazón mi amor, siempre confía en el- dijo su madre soltando una lagrima que recorrió todo su rostro, no porque estuviese triste, sino porque no podía contener la felicidad que salía de su corazón al ver a su pequeña fuente de luz en sus brazos.

No fue sino hasta después de que Solaris aprendió a hablar que sus padres pudieron conocer su maravillosa capacidad. Su madre, mimando y haciéndole cariñitos a su hija, provocó una risa bastante grande, la risa de Solaris era bastante fuerte, y gesticulaba mucho al momento de reír y hablar. Al momento de esa risa tan fuerte su madre se dio cuenta que Solaris de repente titiló, ella siempre había emitido luz de su cuerpo, y a su alrededor estaba un halo brillante, pero, en ese momento, ese halo parpadeó, y su madre escuchó un sonido que no pudo identificar, se hacía más fuerte, como si algo fuese muy rápido y sin dirección, la confundida madre de Solaris observó con un resaltante asombro una figura totalmente desconocida para ella, pero no pudo evitar maravillarse por aquella fugaz y hermosa incógnita, era algo redondo y desde lejos se veía hecho de algún material sólido y extraño que viajaba a una velocidad increíble, y de él salía una estela de luz que a cada segundo, de alguna forma, se hacía más bella, y la hipnotizada madre no pudo dejar de ver esa maravilla recorriendo su universo, después de un par de minutos la figura se perdió para siempre en el infinito, iba en una línea recta hacia ninguna parte y al momento en que esa extraña aparición se desvaneció, una clara verdad se reveló frente a sus ojos, mientras miraba a su pequeña se dio cuenta de sus poderosas habilidades, y, sin dejar de apreciar el rostro de su hermosa hija, dijo: –mi amor, tienes la habilidad de crear a tu antojo, entonces tú, mi sosegada luz, podrás llenar nuestro universo con tus maravillosas flamas veloces, aunque hay que bautizar lo que acabamos de ver– su madre se quedó pensando unos segundos en el nombre, pero nada cruzaba su mente, como anhelaba que por su mente se apareciera un nombre de la misma forma tan fugaz como la figura que recién se había presentado ante sus ojos, una idea de cómo nombrar a la misma que tanto la había maravillado, observo a su hija un momento y la vio moviendo su boquita de arriba hacia abajo, y de sus hermosos y relucientes labios salió por primera vez: –mamá– dijo la bebita, pero eso no era todo, apuntó en la dirección exacta de la figura antes vista –com... cometa– dijo la bebe riéndose, pero su madre supo que su hija, aunque con escasa edad, sabía perfectamente lo que había creado, aunque no supiera como, su bebita había empezado a llenar el universo.

Desde aquel así llamado "cometa" Solaris no se detuvo, otra de las sorpresivas creaciones de la brillante diosa fue mientras se encontraba con su padre, estaban recorriendo un pequeño sector del cosmos: -toda esta extensión algún día será llenada por ti, mi amor- le dijo su padre animando a su hija a crear más y más, y así fue, después de que su hija suspirara fuerte pero calmadamente, expulsó el aire y ante sus ojos se creó una figura redondeada, grande y fuerte, de un color verde brillante con ciertos rasgos azulados, se podían ver relieves extraños en la superficie del objeto, una cualidad bastante fácil de apreciar ya que era gigantesco, en el podrían habitar millones de criaturas, lastimosamente cuando bajaron a inspeccionar el terreno, estaba desierto, no había ninguna señal de vida, al parecer la talentosa diosa podía crear hábitats perfectos y hermosos para que muchos seres habiten en ellos, pero esos seres no estaban, ella no podía darle vida a los futuros habitantes de lo que ella bautizó como: "planeta".

Amor CosmicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora