Otra novela de amor y adolescentes

Capitulo 4-Conociendo

Al día siguiente fui a la casa de Mila. Le lleve un ramo de rosas y un chocolate. Su casa quedaba a unos 30 minutos de la mía así que me fui caminando. Era un día nublado, bastante agradable.

Llegue a su casa y toque el timbre, tenia el ramo y los chocolates escondidos atrás mío, quería sorprenderla. Me llene de alegría cuando salió, estaba con una polera blanca y un short. Ella también se veía feliz de verme, así que cuando se acerco a mi a decirme hola, saque el ramo de flores y la bese fuertemente. "¡Sorpresa!" Le dije con una sonrisa. Ella aun mas feliz por el ramo y los chocolates me dijo dulcemente "Que tierno Marco, eres tan dulce... Te amo" y me volvió a besar. Volví a quedar extraño, me volvió a decir 'te amo'. Ingenuamente volví a ignorarlo.

"Vamos, pasa" dijo Mila. Cuando entre me di cuenta que tenia dos hermanas de las cuales me había hablado un par de veces, una de 13 años y otra de unos 10 u 11

"Marco, ellas son mis hermanas de las que te e hablado, la mayor Amanda y la menor Angelica"

Ambas me saludaron, Angelica me saludo con una gran sonrisa y una simpática voz mientras daba unos saltitos, en cambio Amanda me saludo con una voz baja y mirada para abajo, parecía muy tímida. Sus padres no estaban, pero llegaban en unos minutos.

Mila me invito a pasar a su pieza, era muy agradable, de un tamaño mediano con varias grullas de papel colgadas del techo y usaba luces navideñas azules colgadas en las esquinas para iluminar, era bastante mas agradable a la vista que una luz fuerte.

"Bonito cuarto" le dije pero justo después de eso Mila se acerco rápidamente y me beso apasionadamente. Caí a su cama y Los dos seguíamos en un beso que parecía infinito, rodee su cintura con mis manos abrazándola fuertemente hasta sentir su cuerpo completo con el mío.

Me había empezado a excitar y ella también pero se separo de mi con una bella sonrisa, agradezco que se halla separado, no quería llegar a algo mas... Por lo menos por ahora, así que nos abrazamos mientras estábamos acostados y empece a acariciar su cabeza, se estaba quedando dormida pero de repente alguien toco a el timbre de la casa, era su madre y su padre, al parecer estaban discutiendo, se veían por la venta de la pieza de Mila, tenia una cortina que hacia que solo se pudiera ver para afuera pero no dentro de la pieza. "Ya empezaron de nuevo..." Dijo Mila con la mirada triste, y ahora que lo pensaba, Mila nunca me había contado mucho acerca de sus padres, solo sabia que su padre se llamaba Marcelo, no me acuerdo exactamente en que trabajaba, digo 'trabajaba' por que se encontraba sin trabajo, creo que había tenido un problema con su jefe y lo despidieron; y su madre, Amanda, que programaba eventos de música y exposiciones en un casino.

"¿¡Y que quieres que haga Marcelo!? ¡No puedo hacer magia para pagarlo todo!

¡El colegio de las niñas, la comida, las cuentas de la luz y el agua, no me alcanza para todo, y tu ahí holgazaneando sin buscar trabajo aun!"

"¡Entonces esfuérzate mas! ¡Y no me digas holgazán! O si no..."

La madre de Mila callo.

Mila se veía destrozada y la abrase y seguí acariciandola hasta que se calmara.

Cuando ya el ambiente estaba mas calmado, Angelica salió a abrir a sus padres, el rostro de ambos había cambiado a uno mas 'feliz', como intentando simular que nada había pasado y entraron avisando que habían llegado, Mila, ya

calmada y yo fuimos a saludar.

"¿Quien es tu nuevo amigo Mila?" Pregunto su madre

"Es marco y a venido a visitarme"

Su respuesta fue tan corta que en ese momento me di cuenta que sus padres aun no sabían que teníamos algo mas, pero lo encontré normal, ya que mi madre tampoco sabia de lo mio y Mila, debido lo poco que llevamos, pero igual estaba pesando en decirle pronto.

Mila y yo volvimos a su pieza y volvimos a recostarnos en la cama, esta vez se acurruco en mi pecho hasta dormirse, pero duro poco, unos 15 minutos después sonó su celular, así que se despertó y contesto.

"...¿Ahora?... Mmm bueno pero ¿donde?... Eh, ya oka, bye"

"¿Quien era?" Pregunte.

"Alexandra, una amiga, pero le decimos 'Ale', me estaba invitando a salir a la playa ¿Me acompañas?"

"Vale, vamos".

No tenia nada que perder. En otro tema, aun me sentía preocupado por Mila.

Ella era una chica feliz, pero aveces le venían bajones melancólicos.

Aun no la conocía completamente.