I

2 0 0
                                    

Vivía muy feliz en esa casa, tenía mi propio jardín, donde colgar la ropa, un lugar especial para tomar té en las tardes lluviosas, y aunque no fuera demasiado grande la mantenía decorada, era mi mansión.
Me gustaba pensar que siempre iba a vivir en ese lugar, que yo pertenecía ahí y que encajaba demasiado bien con los vecinos.
Era feliz allí y me gustaba hacer feliz a mi tierra. Cada día plantaba una flor con todo el amor y dedicación que una pequeña como yo podía dar. Me esforzaba mucho en mantener mi hogar feliz y acogedor solo para él.
Un día mientras regaba las plantas un fuego se desató en el bosque más cercano. Lo primero en lo que pensé fue en proteger mi casa de las llamas furiosas. Gritaba pidiendo ayuda a los vecinos, pero ellos parecían ignorarme, las llamas se acercaban más y más. El fuego solo quería llegar a mi.
Corriendo agarre todas las flores que pude y me quede en una esquina. El fuego se había apoderado de mi casa y esta ardía en llamas, ya no podía hacer nada, solo quedaba llorar.

Casa corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora