capitulo 10

48 1 1
                                    

Al entrar a casa subí las escaleras rápidamente hasta llegar a mi cuarto, cuando entre vi a Jade acostada con comida por toda la cama y viendo una película, ella se giro y me miro, sus ojos me examinaron y luego se posaron en mis labios, alzo una ceja y sonrió con picara.

-Cuéntame todo - dijo al instante. Sonreí y le conté como había sido todo desde el largo y hermoso camino hasta como me había cantado y besado- Oh Aisha que suerte tienes, ya quisiera que un chico como ese me preste atención -dijo mientras soltaba un suspiro, yo me quede mirándola mientras sonreía como una boba. Se escucho como mamá abría la puerta eh iba a la cocina, Jade se quedaría dormir en casa hoy y mi madre era consciente de ello.

-Niñas traje pizza  -grito desde la cocina, Jade me miro y parecía que su sonrisa se le iba a salir de la cara.

-Aisha, amo a tu madre -hablo y fingió secarse una lagrima.

-Yo también, Jade, yo también. Bajamos a la cocina conversamos con mi madre hicimos bromas, etc. Jade le caía muy bien a ella así que cuando tenían la oportunidad se unían y me hacían bulling por lo inútil que era y cosas por el estilo. Mamá se fue antes de que nosotras termináramos por que estaba cansada y dijo que mañana saldría con Henry por la mañana y regresaría en la noche y Jade se quedaría conmigo toda la mañana y haríamos cualquier tontería como ver una película y comer o yo que se.



Unos gritos, movidas, patadas incluso, la luz solar y luego la voz de Jade hicieron que me despierte de mi amado sueño. La mire asustada pero ella sonreía como una niña pequeña, agarre mi teléfono y eran las 9h:30 de la madrugada, la mire con cara de pocos amigos y ella sonrió pero ahora a modo de disculpa.

-Escupe lo -dije y tape mi rostro con la almohada mas cercana que encontré. Jade me la arrebato y se puso a gritar cosas que no comprendí, le lance una mirada confusa y le hice señas para que respire y se tranquilice. Ella respiro hondo y prosiguió.

-CONNOR ME HA INVITADO A SALIR - grito y luego se puso a gritar mas y mas, comprendía su emoción, Connor siempre le había gustado- Hoy a las 11 h, ¿No tienes problema cierto? -negué con la cabeza y sonreí al verla toda despeinada, en pijama y emocionada, era cómica con todos sus rubios cabellos por la cara y sin maquillaje. Ella salio corriendo al armario y comenzó a tirar las cosas que encontraba desordenando mi cuarto mas de lo que ya estaba, "Dios esa mujer es una loca" pensé y reí para mis adentros. Jade se tardo como una hora en maquillarse y escoger su atuendo, mientras yo recogía las cosas e intentaba arreglar la cama desordenada y cosas cosas tiradas por el suelo. Cuando terminó, salió con unos shotrs negros de tiro alto y un crop top color lacre, unas sandalias café y un cartera pequeña del mismo color, con sus ondulados cabellos cayéndole en los hombros le sonreí a modo de aprobación y ella me sonrió también, se sentó a mi lado en la cama y suspiro.

-Oh gran Aisha, mis deseos se han hecho realidad gracias a ti -la mire y comencé a reír como foca con epilepsia, como dije antes, esa mujer era una loca, ella se unió a mi en carcajadas y ahora parecíamos dos focas con epilepsia aplaudiendo y riéndonos tiradas en el suelo, nuestra risa cesó cuando escuchamos el timbre la puerta, Jade dio un respingo y se paro de un salto con los ojos muy abiertos- Aisha es él- la acompañe al piso de abajo sin asomarme a la puerta por que con mi chongito en la mitad de la cabeza y mi pijama de gatos sería una completa vergüenza. Cuando Jade se fue me dirigí a la cocina para ver que desayunaba a las 11 de la mañana, posiblemente no almuerce, bueno tal vez si, saque cereales y leche y los serví en un plato, me dispuse a comer mientras veía mi teléfono y revise mis redes sociales, en lo que veía mis notificaciones me llego un mensaje de Alan en WhatsApp.

Alan: ¿Hermosa vas a hacer algo hoy? tengo todo el día libre, y estoy afuera de tu casa ;)

Cuando leí lo último casi me atoro con lo que tenía en la boca eh instintivamente puse una mano en mi pecho intentando calmarme.

Aisha: ¿Qué? ¿Cómo qué  estas afuera de mi casa?

Alan: Si, ábreme que hace frío, y no me digas que no estas, por que ya te vi nena.

Dios que le pasa a ese hombre, lleve mi plato al fregadero y me dirigí a la puerta tapándome con mi bata. Abrí la puerta y el me recorrió toda con su mirada.

-¿Qué haces aquí, Alan? -pregunte y el me miro a los ojos.

-¿Así recibes a todas tus visitas, preciosa? -lo mire con cara de pocos amigos, y el se río y aplasto mi chonguito, claro como era mas alto que yo, maldito- Hasta con pijama eres linda- al parecer con esas palabras mi enojo de fue ablandando y se dispuso a irse, ¡no me abandones! pensé. Pero ya estaba sonriendo como estúpida. El agarro mi cara y me planto un lento beso, una de sus manos iba bajando a por mi espalda mientras la otra hacía caricias  en mi mejilla, mis manos estaban apoyadas en su fuerte, definido y sexy pecho, se separo de mi y me miro a los ojos con los suyos grises y con una sonrisa pícara, me hice hacia la izquierda para que pasara, se sentó en uno de los sofás de la sala, yo mire cada uno de sus movimientos y luego me senté junto a el. 

-Bien, ¿Qué planeas hacer? -pregunte mirándolo.

-Primero, pretendo que te cambien esa pijama, que te peines y luego ya veras -fruncí el ceño y puse cara de pocos amigos, me levante y subí las escaleras hacia mi cuarto. 

Estaba andando en ropa interior por mi cuarto cuando una voz me saco de mis pensamientos.

-Mh, sabes, debajo de toda esa ropa holgada y para nada sexy tienes unas buenas nalgas y unas curvas imponentes -sentí que se me paro el corazón y la sangre subiendo a mis mejillas, me di la vuelta paralizada y vi a Alan apoyado en el umbral con una sonrisa de satisfacción y sus ojos grises más obscuros de lo normal , me quede ahí, con los brazos a los lados, sin moverme, algo me lo impedía, Alan se acercaba a paso lento pero decidido, cuando estuvo a centímetros de mi, me agarro por la espalda y apego mi cuerpo al suyo, me beso apasionadamente y poso su mano en mi espalda baja, su otra mano estaba enredada en mis cabellos sosteniendo mi cabeza, yo le seguí el beso y no se porque, algo no me dejaba hacer las cosas por mi misma y ese algo se estaba apoderando de mi, algo que no sabía que existía dentro de mi, sus manos se dirigieron a mis muslos y me cargo, las mías en cambio subieron a su cuello, y sin romper beso camino hasta la cama, se sentó ahí con migo sobre sus piernas, sentí algo duro contra mi entrepierna, pero esa fue mi menor preocupación cuando sus manos llegaron a mi sostén, sentí como mis senos eran liberados el los miro con admiración- Valla - dijo con la voz entre cortada- si que escondes mucho bajo toda esa ropa -Me pareció injusto que solo yo este en esas condiciones, así que mis manos torpemente sacaron su chaqueta, luego su típica camiseta negra y me quede impresionada al ver lo marcados que estaban sus abdominales el sonrió y termino de sacar mi sostén, sus manos agarraron mis nalgas y con un ágil movimiento giro y se puso sobre mi. Cuando por fin pude hablar le dije:

-Espera, yo no estoy lista... -tal vez me arrepienta de esto luego pero ahora no- Quiero perder la con alguien que me quiera de verdad, mire para otro lado por la vergüenza que sentía.- el sonrió tierna mente y se apoyo en la cama para no aplastarme.

-Aisha, se que esto es de locos, pero, en este poquísimo tiempo eh llegado a querer tu inseguridad, tu timidez, tu desconfianza, tu cabello desordenado, tu voz, verte recién levantada toda despeinada con los pelos en la cara, con el maquillaje corrido, sin arreglarte incluso, se que vas a decir que no te conozco, pero en este poco tiempo eh llegado a conocerte lo suficiente, se que no estas conforme contigo misma, se que cuando estas nerviosa te pones a jugar con tu cabello o tus dedos, se lo suficiente de ti como para llegar a quererte como te quiero -lo mire asombrada y sentí que mis ojos se llenaban de lágrimas por la felicidad que sentía, no me importo que estaba casi desnuda bajo el, solo lo agarre y lo bese para que sintiera que yo también lo quería en lo poco que nos habíamos conocido, el me correspondió al instante y sentí que sonreía en medio del beso.

Ese día Alan me hizo el amor.


Como Dejar De Ser Timida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora