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El color de su rostro tornaba pálido y gris. El ambiente, los rostros bizarros dibujados en las paredes; por la grieta de un muro la luz de la Luna llenando con su poca plenitud al círculo humano que formaban losnniñosny el anciano no era lo que principalmente lo asociaba o lo partía del miedo; si no, la sombra o figura que podía apreciar tras el anciano. Una figura grotesca donde sus piernas parecían cubiertas por un largo manto que llegaba hasta donde la luz de la Luna se encontraba, y su sobrenatural cuerpo largo y Delgado donde el cuello daba hasta el techo, la forma del rostro ancha acavernada por la oscuridad del aula. En una posición jorobada y poniendo su mirada fija en Edgar.
"No temas, acercate" braamo el anciano con una mirada sería. Al acercarse observó el extraño atuendo del individuo, un pantalón roto y arrugado y una bufanda cubriendo su cuello; sin nada cubriendo su cuerpo.
Los pasos de Edgar eran lentos y acobardados, mantenía fija su mirada en aquella figura extraña.
"¿que... que es eso?" Dijo con desasosiego levantando su mano, señalando con su dedo "tan sólo una pared agrietada" expuso el anciano poniendo la mirada en Edgar com una espesa inquietud en su lenguaje.
"siéntate por favor" exclamó y cerrando los ojos dijo " mmm el dios de los pecados llamó a mi puerta hace poco nuevamente, cierren los ojos y engullan estas lenguas que yo mismo les e cortado, comedlas"
Edgar observó el horrible ritual y  bruscamente salió del aula con la idea de largarse de esa horrible escuela y continuar su camino por más pesada que fuera la lluvia. al llegar a la puerta principal encaró a esa horrible entidad nuevamente,en su fructosa desesperación retrocedió y dio la vuelta para buscar otra salida.
"Debemos entregarle las ofrendas y pedirle que nos proteja de aquello que no existe más que en el dolor de los que lo crearon, Salid y esperadme del otro lado del ardiente infierno pues ahí no nos encontrara" Ora con fuerza el anciano y camina hacia el patio, tras de el los niños demacrados.
Se escuchó entonces el llanto de una mujer del otro lado de la escuela; Edgar apresuró su paso por donde venía aquel lastimoso llanto. Era una mujer joven, sola completamente desnuda en una esquina del aula en la que se encontraba y en sus manos tenia varios collares con diamantes incrustados. La llamarme sapiens de Edgar lo llevo a quitarse la chaqueta y ponerse la preguntándole que sucedía en esta escuela
"El anciano que vez ahí nos protege, siempre lo hizo" sólo eso respondia y las incoherencias del viejo aún eran resonantes por toda la estructura y la lluvia parecia cada vez mas fuerte.
La joven empezó a hablar " la mente del hombre creyente lo creo, no sabemos que es pero ahora nos acecha y esta noche vendrá. Sólo aquel dios que vigila la escuela nos proteje"
"¿Esa figura tras el anciano y la puerta?¿el dios del pecado?"
" si, la entidad representa el mal, aún así esta aquí para protegernos. el anciano lo invoco"

Lo InexistenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora