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Otoño

Aunque pasen los años seguirá ese dolor en el pecho, es doloroso pasar el otoño solo, sin ti. Es doloroso pasar cada maldito otoño sin ti, doloroso cuando las bajas temperaturas se presentan y saber que ya no podré dormir abrazado a ti, como lo hacíamos antes, tampoco podré oír el "buenas noches príncipe" o el "descansa mi amor" de cada noche. Doloroso saber que jamás volveré a besarte, jamás volveré abrazarte y jamás volveré a escucharte cuando me decías cuánto me amabas. Odio esta estación del año me hace acordar tanto a ti como los momentos que vivimos y nuestro primero beso de novios. Odio la existencia de esta estación o me odio a mí por tener que existir y tener que sufrir cada otoño.

Años atrás.

Hace unas horas llegué a la casa de mi novio, bueno en verdad muy bien no sabíamos lo que éramos pero fuera lo que fuéramos, me encantaba Había insistido tanto por mensaje a que viniera que finalmente accedí, estaba tan comodo en mi cama y calentito. Así que me puse de pie, tome la primera chaqueta que me abrigue bastante y salí rumbo a la casa de Brei.
Ahora Brei y yo estábamos recostado sobre el sillón, bueno, Brei sobre el sillón y yo sobre él, mi cabeza estaba apoyada en su pecho lo cual escuchaba sus latidos mientras que él, con una mano, acariciaba mi espalda. No hacíamos más que ver la televisión, por dentro pensaba que me hubiera quedado en mi casa mirando la tele pero bueno. Mis ojos se cerraban de apoco por las lentas e irregulares caricias en mi espalda, eleve mi cabeza mirando a Brei, él me devuelve la mirada con una sonrisa en sus labios.

-¿Podemos hacer algo?-pregunté cerrando los ojos-por favor...

-¿Qué quieres hacer?-pregunta Brei, sentí que la mano que estaba en mi espalda ahora se encontraba acariciando mi mejilla, deje caer, un poco, mi cabeza del lado que se encontraba la mano de Brei.

-Salgamos a caminar-respondí volviéndolo a mirar.

-¿No has dicho que no volverías a salir con este frío?-reí porque era verdad nada más pisar la casa de Brei le he dicho que no saldría más con este frío a pesar de que es otoño.

-Sí, pero ahora estoy contigo y tú me puedes proteger del frío-contraataque porque también es cierto, Brei es de protegerme hasta de una tontería.

-Bueno, vale pero abrígate que hoy no pienso ser tu segundo abrigo-asentí y antes de ponerme de pie deje un corto beso y me levante. Busque mi abrigo en donde lo había tirado y me lo coloque, espere que Brei también se abrigara, cuando ambos ya estábamos listo salimos de su casa. Él tomó mi mano entrelazando sus dedos con los míos y metiendo ambas manos en el bolsillo de su abrigo, sonreí por eso.

Finalmente de tanto caminar encontramos una plaza, la cual había pocas personas con sus hijos, solas o simplemente pasando por ella porque sí, el verdoso césped estaba cubierto de las hojas secas que caían de los árboles con cada paso que ibamos dando escuchábamos como las hojas crujían debajo nuestros pies, si mirabas hacia los árboles esto tenían escasas hojas en ellos con la brisa estas se desprendían dejándolos desnudos y frágiles. Encontramos un asiento de madera, ya algo desgastado, vacío frente a un lago, este también estaba con hojas secas sobre el, antes de sentarnos lo limpiamos dejándolo libre de hojas para luego sentarnos. Apoye mi cabeza en el hombro de Brei, nuestras manos aún seguían juntos en su bolsillo, no quería que se separen. Nos quedamos en silencio observando como el sol descendía haciendo llegar el atardecer, era bonito como se reflejaba el color del cielo en aquel lago.

-Sergio-eleve mi cabeza mirándolo, él me mira, baja la mirada y vuelve a mirarme. Está nervioso pero ¿de qué?

-Dime-tome su mentón para que solo mantenga la mirada en mí-

-¿Quieres ser mi novio?-dice después de unos segundos de silencio. Mi sonrisa se borró completamente, ¿en verdad ha dicho eso? Está pidiendo que sea su novio, novio palabra que no estoy acostumbrado a utilizar. Quiere que sea su novio, siento algo extraño en mi estómago pareciera que lo estuvieran punzando con algo filoso.-¿Sergio?- movió una mano frente a mis ojos despertándome de mi trance, enfoque mi vista nuevamente en él y sonreí como tonto enamorado.

-Sí quiero-confirme y Brei sonríe para luego acerca su rostro y besarme, nuestro primer beso como novios.

Ahora.

Lágrimas se deslizaban por mi rostro al recordar esto mientras, aun con la vista nublada, observaba el lago sentado, en medio del asiento, frente a este, intentaba secar las lágrimas con la manga de mi abrigo pero era inútil, esta estaba húmeda gracias a la fina lluvia que caía. No me importaba si cogía un resfriado, la capucha me protegía un poco más de la lluvia pero no bastaba, debería irme pero no quiero, tome un trago de la bebida alcohólica para luego sacar del bolsillo un frasco con pastilla en su interior, lo destape y lo mire por unos segundos si hacerlo o no, qué más da... Eche las últimas pastillas que quedaban en mi boca para luego tomar todo el contenido de la botella. Deje estas cosas a un lado, metí mis manos en cada bolsillo de mi abrigo para finalmente dedicarme a observar el lago por última vez.

Otoño, sin dolor. 

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⏰ Última actualización: Nov 13, 2023 ⏰

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