Angustia

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Mi padre solía decir que "la vida era una rueda y hay que rodar con ella", todo volvía a lo mismo, y todo iba cambiando a medida que que iba rodando, siempre me decía que había que adaptarse, tratar de aceptar lo que sabemos que no se puede cambiar, hay que saber perder y también saber ganar, me enseñó y compartió su filosofía y pensamientos que hoy  viven en mi.
Y que decir de mi madre,  ella es una mujer demasiado correcta,  desconfía de todo y de todos,  hace todo lo posible para que yo esté bien, pero a su manera,  a veces eso es bastante molesto, pensamos distinto y somos bastante parecidas, pero al contrario, ¿raro, no?  
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Mi padre (Juan Estanislao Heizenreder) falleció hace sólo cinco días, creo que nunca pude haber llorando tanto en toda mi vida, golpee con todas mis fuerzas la pared de mi habitación hasta que mis nudillos sangraron, grite diciendo una y otra vez, ¿por qué? ¡No puede ser! 
Noooo. Ese fue mi primer ataque de pánico,  sentía que el aire se me iba, que alguien apuñalaba mi pecho a sangre fría, nunca sentí tal angustia.
Ese día recuerdo a ver gastado una parte de mis ahorros en tres paquetes de cigarros, fume 50 cigarrillos (habitualmente solo fumaba 5 o 7 ) 
Hoy Cinco días después de que se fue la mejor persona que conocí en mi vida, puedo decir que no estoy mal por su partida,  estoy bien por lo que dejó al irse, por todo el tiempo que compartimos  juntos, y por ahora poder seguir a pensar de que el ya no esté.

Estaba demasiado triste, no por el, no por mi, ni por como había pasado todo. Nunca había visto así a mi mamá, estaba de licencia y solo se pasaba acostada, no comía, no se levantaba, fumaba demasiado.
Pasaron aproximadamente unos diez días y decidí intervenir, decidí interrumpir con su duelo, con días semanas, y más precisamente dos meses, pudo recuperarse, y nuestra vida estaba cambiando.

7 DEMONIOS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora