¿Qué pasaría si de un día para otro pudieras manejar el mundo? No me refiero a ser presidenta, o alcaldesa. No, ni mucho menos. Yo me refierp a manejar el mundo a tu antojo, mover cosas de sitio con solo mirarlas, hacer que alguien se enamore de ti, hacer que los profesores no pongan ni deberes ni exámenes... A ese tipo de manejar el mundo me refiero.
-Hola, muñeca- dijo aquel chico guapo en tono coqueto.
Me lo imaginé con gafas y siendo sensible. Que tontería, el nunca sería así, aunque ojalá...
De repente me lo encuentro tal cual me lo había imaginado.
-¿Qué te ha pasado?- digo mirándole a los ojos confusa.
-N-nada- dice colocándose las gafas y mirando al suelo sonrojado.
¿Y esto?