¿Alguna vez se pusieron a pensar en que puede existir algo más oscuro que la propia oscuridad?
Yo tampoco, pero es algo tan absurdo como interesante. No soy ni fui de esas personas que le temen a la oscuridad, es más, se me hacía muy difícil a la par que gracioso ver cómo algo que no tiene forma física puede transmitir ese sentimiento de inquietud a tanta gente.
Con el paso del tiempo fui entendiendo que el verdadero miedo lo transmiten ese tipo de cosas, las que no tocan nuestra carne, sino que juegan con nuestra mente.
La soledad es un claro ejemplo más, puede existir gente que tolere de mejor manera la soledad que otra, pero de ahí a amar la soledad, a preferir estar solo, cara a cara con este mundo que parece se alimentara de morbo cada segundo, minuto, hora, semana, mes, año... En fin, como seres humanos que somos, una de nuestras principales funciones vitales es la relación con el medio que nos rodea.
Las personas que sufren desilusiones en realidad tienden a creer que no van a sufrir si están solos y no vuelven a involucrar su vida en la de otras personas y viceversa, pero ¿por qué eso?, la respuesta es sencilla, porque el miedo y el dolor son sentimientos que todos queremos evitar si es posible, está en nuestro instinto.
A lo que me refiero es que el amor por la soledad es ficticio, sólo en nuestra mente existe, donde todo tiene dimensiones inimaginables.
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Nada raro.
SpiritualSi estás leyendo esto, desde ya quiero que sepas que no vas a leer cosas como que soy loco, bipolar, que me gustan las cosas cuya esencia despierta interés en la minoría de las personas porque no, no soy así, nadie es así.