III

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Bajo de mi auto cerca de lo que parece un callejón, a lo lejos diviso el cartel de "Roosevelt", oigo un relámpago detrás de mí y comienza una leve llovizna, coloco mi chaleco anti balas y tomo mi arma para comenzar a correr hacia el lugar.

La zona está llena de pandillas y varias mujeres sin casi ropa buscando algún cliente en las esquinas. Muerdo mi labio inferior y niego con la cabeza. Me acerco a una de ellas y le pregunto si trabaja para Roosevelt, asiente con la cabeza no sin antes pasar sus ojos por todo mi cuerpo y enarcar una ceja

-Este no es un sitio para ti bonita- dirige rápidamente su mirada a uno de los autos que se acaba de aparcar en la vereda, amaga para retirarse pero la tomo del brazo, voltea- ¿Qué mierda quieres? ¿No ves que estoy trabajando?

Pongo los ojos en blanco y levanto lentamente mi chaqueta dejando ver mi arma. Ella traga saliva y se queda seria

-No quieres comenzar un tiroteo aquí bonita, este sitio está lleno de esas mierdas y cosas peores

-Soy policía y deja de decirme bonita- aprieto mi mandíbula- estoy buscando a mis compañeros, ¿no viste ningún movimiento extraño dentro del prostíbulo? Responde y te dejo ir

Ella mira a su alrededor cerciorándose de que nadie esté viendo lo que está pasando

-Hace diez minutos entraron dos hombres y dentro estaba comenzando una pelea, no oí bien, yo estaba haciendo un show y mi jefa me mando a trabajar aquí, así que por favor vete y déjame en paz, no quiero problemas

Cuando voy a responderle oigo un disparo y luego otro. Mierda. La gente a mi alrededor comienza a alborotarse, los autos estacionados se van rápidamente y todo se descontrola

-Corre bonita, o morirás- me da una última mirada y desaparece de allí

Acomodo mi chaleco y tomo mi arma dirigiéndome al lugar. De repente veo salir a Reid apuntando con un arma hacían adentro y a Cook cargando en sus brazos a Gibson. Mierda lo hirieron. Seguido de ellos salen tres hombres apuntándoles a mis compañeros en la cien, lanzo un tiro al aire para que noten mi presencia y noto a los hombres lanzarme una sonrisa burlona

-¿Qué pasa guapa? ¿Quieres jugar un ratito?- me lanza uno y mi furia comienza a crecer

La lluvia era cada vez más intensa y eso me imposibilitaba ver las cosas claras. Cargo mi arma y apunto hacia los delincuentes pero alguien toma mi brazo y lo coloca tras mi espalda provocándome dolor e inmovilidad, me tira al suelo, patea mi estómago y me apunta con su arma

-Quédate quieta o te mato- era uno de ellos. Maldición

Escucho disturbios detrás de mí pero no puedo ver nada, este gilipollas tiene colocada una de sus piernas sobre mi estómago haciendo presión mientras hablaba por teléfono con alguien, esto comenzaba a dolerme.

De repente alguien detrás le golpea la cabeza con algo y quita su pie de mi estómago, cuando puedo divisar de quien se trata abro mis ojos y pestañeo varias veces

-John... ¿qué coño haces aquí?- me paro lentamente sintiendo un leve dolor en el centro de mi estomago

-Cariño ya te lo explicare luego, debes irte de aquí ahora

-¿De dónde saliste?- hice caso omiso a sus palabras y lo observo con el ceño fruncido, el tipo que me había atacado estaba tirado en el suelo pero no sé cuánto tiempo más duraría inconsciente

-Alai por favor vete, ya me encargare de todo- sonaba exasperado y cansado. Siento otro disparo detrás de mí y John me coloca detrás de él.

Veo llegar varios autos y noto que son del FBI, se dirigen a donde están mis compañeros y los hombres de Ítalo, a este no lo vi en ningún momento. John se la da vuelta mirándome y tomándome por los hombros me habla lentamente, casi como un susurro

Bajo SospechaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora