¿Llegaremos a serlo?

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Son las 11:00 de la mañana y estoy en el baño, es el recreo, para no estar sola por los pasillos he decidio entrar aquí. Me he acabado el bocadillo y acaba de sonar el timbre de vuelta a clase.

Me levanté, recogí mi diario y la mochila y salí del baño.

- eh! Tú! -escuché una voz masculina detrás de mí.

¿Es a mí? No, Era obvio que a mi no era, todo el mundo se reía de mi, y si era a mi seguro que no sería para nada bueno.

Me agarró del brazo y me gire.

-¿Quién eres? -dije mirándolo a los ojos.

-Soy Jesús, Jesús Oviedo -Él sonrió- Estoy en tu clase.

-Ah, sí. ¿Qué querías?

-He visto que no se te da muy bien hacer amigos y creo que te podría ayudar -volvió a sonreír y yo le devolví la sonrisa.

-Es verdad, no soy muy buena para esto, pero no hace falta, gracias -me volví a girar.

No quería ser borde, pero soy demasiado insegura, y desconfiada. Volví a notar su mano en mi brazo y lo miré.

-De verdad, no hace falta que te molestes en ayudar a una desconocida, no creo que a tus amigos les guste verte conmigo. -me pase una mano por el pelo.

-No seas así, solo quiero que no te sientas sola, a mí si me caes bien y si a ellos no, pues estaré contigo todo el tiempo que pueda. No me gusta ver a nadie solo.

Asentí, me transmitía confianza, tenia una sonrisa muy bonita la verdad, era amable y simpático. Creo que tengo un amigo, o podemos llegar a serlo.

¿Jesús o Dani? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora