5. La fila más larga

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Pues como no podía ser de otra forma, una canción se me había quedado pegado ese día y con el nervio comencé a parodiarla, terminé diciendo Mi nervio va creciendo y creciendo como nubes en el viento, dando vueltas por el mundo, es increíble... así es mi nervio... todo el tiempo.

Eeeeen fin, unas chicas como de mi edad pasaron por el lado nuestro vendiendo chapitas, y como a mí me encantan las chapitas no perdí la oportunidad, no tenían de Germán así que acabé comprando una de WillyRex.

Comenzaron a llegar varios canales de televisión al lugar y como a Francisca y a mí nos gusta la joda nos pusimos detrás de la periodista junto a otros niños que tuvieron la misma idea. De hecho nos pusimos a conversar con dos chicas que también habían ido a ponerse detrás del periodista.

En una parte había una especie de pantalla gigante en donde ponían a veces música y a veces algún vídeo de Hola Soy Germán los cuales cuando salían yo los seguía con la voz, me los sabía bastante bien, he de destacar que Germán me debe un hervidor.

La fila ya había avanzado lo suyo y comenzaba a llover, muchos se habían puesto una especie de bolsa que es como un abrigo impermeable, otros habían sacado sus paraguas como nosotras y otros simplemente se aguantaron mojarse, no era una lluvia muy fuerte, las gotas no eran muy gruesas, solo era una lluvisna pasajera, tampoco duró mucho. Y es que es ahí cuando se sabe quiénes son los verdaderos fans que lo darían todo por su ídolo, por lo menos yo no vi que nadie se fuera, padres y niños bajo la lluvia para pasar quizás menos de 15 segundos con la persona que tantas alegrías les dió.

Sabíamos que en la firma que hiso en Bogotá, Germán se desmayó por falta de oxígeno, ya que tuvo que firmar más de 10 000 ejemplares sin descanso alguno, en esta firma las entradas se redujeron a 3 200 y cada tanto se tomaba unos minutos de descanso, y menos mal que saqué la entrada en el mismo momento ya que me enteré de que las entradas fueron lanzadas un día sábado y se agotaron un día lunes por la tarde, aunque en la fila había gente tratando de conseguir alguna entrada pero no pudieron.

Paró de llover, llegamos al primer registro, yo tenía que mostrar mi libro y mi madre tenía que mostrar la entrada y su cédula de identidad, pasamos ese registro y una de los encargados del registro me dió otra cinta, amarilla, esta vez la até a mi brazo derecho.

Ahora la fila era en zig zag dirigido por barreras metalicas, en la mitad de estas me encontraba con Ámbar y nos hablabamos de cualquier cosa, le comenté que quería que Germán autografiara la carcasa de mi móvil, ya que estaba blanca porque le había pasado la uña hasta carcomerle el diseño. También le pedí a mi madre que grabara absolutamente todo. Comencé a ponerme nerviosa, no decía nada, no sabía que decirle a Germán cuando lo viese. Pusieron un vídeo de Germán en la pantalla pero desde el lugar en el que estabamos no se escuchaba bien pero eso no me importó, comencé a seguir el vídeo con la voz y algunas personas en vez de ver el vídeo me veían a mí.

He de recalcar que todo esto pasó en 5 horas

Gira #CHUPAELPERRO en Chile (Mi Experiencia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora