Nunca sabes que pasara en el futuro y aunque lo supieras no lo creerías. Te aferras al presente o a eventos pasados e ignoras señales que te da el destino.
Hinata es diferente, simpática, tímida, amable, de mente abierta y con grandes sueños. Pero...
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El olor de lluvia recien caida y humedad la rodeo. El ambiente se sentia mas frio pero caluroso a la vez y por alguna razon, su cama tenia una textura mucho mas suave. Hinata parpadeo unas cuantas veces y bostezo, tomando un posicion distinta y mas comoda. Luego de frotar sus ojos, ella decidio abrirlos para poder ver a su alrededor. Nuevamente, ella no estaba en su cuarto una vez abrio los ojos. Gruñendo en frustración, Hinata comenzo a pensar si era que se medicaba mientras dormia pero ese pensamiento volo de su cabeza una vez llego.
Poniendo ambas manos a su costado para poder elevarse, ella sintio nuevamente la textura suave y bajo la mirada. Petalos. Ella estaba acostada sobre una flor. Por curiosidad, frotos sus delicados dedos sobre la superficie de los petalos y sonrio. Eran realmente suaves. Luego de admirar la hermosa cama , flor, en la que habia descansado, Hinata salto y callo en sobre sus rodillas al suelo.
Moviendo su cabeza de lado, ella decidio mirar hacia arriba y al segundo se arrepintio. O todo era demasiado grande o ella se habia encogido.
Tratando de ignorar las mutaciones a su alrededor, la Hyuga comenzo a caminar entre las plantas y grama. Mientras mas caminaba, su ropa mas se mojaba por las gigantes gotas de agua que caian de algunas hojas.
Apesar de lo tan anormal que todo esto parecia, era hermoso y aterrador. Los animales que vivian en el pasto eran cuatro cabezas mas altos que ella y por primera vez, Hinata no se los pudo imaginar como inofensivos e insignificantes. Los reconocio como parte del ambiente y como seres vivientes. Jamas habia sentido tanto respeto y temor hacia una hormiga u oruga hasta este momento. Ni siquiera sabia si esto era un sueño pero el viento, el agua, el sol, las hojas contra su piel, la tierra bajo sus pies. Cada una de esas cosas se sentia real y ella no lo podia ver de otra manera sin importar que.
"Hikari" Hinata voltio inmediatamente activando su byakugan. Era la misma voz de hace tiempo. "Hikari" Se escucho mas cerca y mas fuerte. Hinata tenso su cuerpo y giro lentamente pero no pudo ver a nadie.
"Múestrate" Dijo ella lo mas firme que pudo. Viento fue todo lo que se pudo escuchar. Su corazon aumentaba en latidos cada segundo y una gota de subor bajaba por su rostro.
La tierra comenzo a temblar y sin aviso alguno, se abrio haciendo que ella cayera por el gran agujero. Un grito escapo de su garganta mientras sus brazos trataban de aguantarse a lo que fuera, pero no habia nada que ella pudiera agarrar. Lagrimas bajaban por sus mejillas mientras su cuerpo era guiado por la gravedad justo antes de que se golpeara fuertemente contra la superficie del mar.
Hinata solto un gemido de dolor haciendo que el agua entrara por su boca y siguiera el camino hasta su garganta. Sus brazos y piernas se movian de forma desesperada tratando de subir para poder buscar oxigeno pero su cuerpo comenzo a dar vueltas junto con el mar. Ella quedo atrapada en un remolino. Su mente le gritaba que tenia que despertar, que esto no era real pero Hinata se estaba quedando poco a poco con menos aire y las sacudidas del mar junto con el fuerte jalon que le daban cada dos segundos hundiendola mas le decian lo contrario. Esto se sentia demasiado real.
