Jugaste y te bañaste
en ese charco
que a la vista estaba.Rompiste la botella,
que contenia mis miradas.Me despertaste
con el rose de tu cariño
Que siempre extrañaré.Te subiste a la nube
en la que tu papá dormía
una y otra vez.No pudiste tener tu linaje,
pero sabias que siempre seriamos tu familia.Llevaste tu nombre con muchísima convicción,
porque eras de una madera fuerte y noble, que servia
para sanar.No solo te protegiste,
los cuidaste a ellos...
como si fuesen tuyos.
No me alcanzan las hojas
ni la tinta para contarles a todos lo que fuiste y seguis siendo.Una madre, una amiga, compañera, protectora, una chona...
Una maiten...