- Hannaaaaaaa, Zaraaaaaa- Grito el nombre de mis amigas pero ninguna parece escuchar.Mi cabeza no para de doler y quisiera arrancármela. Por eso detesto ponerme peda, por las jodidas resacas en la mañana.
Cuando me levante no estaba en el hotel que se supone que debería estar y solo llevaba puesta mi ropa interior. Entre en pánico y ahora estoy gritando el nombre de ambas pero me duele tanto la cabeza que mejor les mando un mensaje.
¿Donde están? Estoy en la habitación de un hotel pero no se cual es ni como llegué aquí :(. Llámenme.
El sonido de la televisión hace que de un saltito y corra de nuevo al cuarto. Cierro la puerta y agarro un palo de golf de la esquina de la habitación.
El intruso abre la puerta y yo solo me lanzo sobre él.
- ¡¿Dónde estoy?! ¡¿Por qué me secuestraste?! ¡¿Dónde están mis amigas y mi demás ropa?!- Le grito y lo golpeo lo mas que puedo pero es más rápido y antes de hacerle más daño agarra el palo y me detiene.
- Eh, eh. Pero ¿a ti qué te pasa? No te secuestre, tu sola llegaste aquí y no se nada de tus amigas, no venías con nadie mas. Y tu ropa, tu sola empezaste a quitártela mientras hacías un baile tipo stripper para mi y te metí a la habitación- Su voz es lenta y grave y tiene un ligero acento británico. Arrastra las palabras a veces y frunce el ceño cuando acaba de hablar.
Artículo un "oh" con mis labios y me separo de él para verlo bien.
Su brazo izquierdo tiene varios tatuajes, sus hombros son anchos y por los brazos me hace pensar que hace ejercicio. Su en semblante es oscuro, su mandíbula completamente delineada y sus pómulos se hacen notar desde donde estoy parada y por su ceño fruncido hace que su mirada parezca que esta a punto de atacarme.
Su aspecto me intimida y me hago chiquita al pensar en lo que acabo de hacer.
Pero me recupero rápido y lo miro otra vez a los ojos.
- Bueno aun así es secuestro porque ni siquiera me has dicho donde estoy y necesito encontrar a mis amigas.
- Yo no se de cuales amigas hablas ya te dije que llegaste sola- Gruñé por lo bajo y se dirige a la sala.
No me había dado cuenta de lo grande que es esta habitación de hotel hasta que empiezo a perseguirlo.
- Entonces dime en donde diablos estoy- Digo levantando la voz molesta por la forma de quitarle importancia a esto.
- Estas en el hotel SHEERATON .
Suelto un jadeo.
Nosotras nos hospedamos en otro que está como a 20 minutos de este.
Esto no puede estar pasando, estoy con un desconocido, en Filadelfia un lugar que no conozco, en ropa interior con una delgada sabana cubriéndome, con una resaca horrible y lo peor es que ninguna de mis amigas me ha contestado los mensajes.
No se que pasó ayer pero tampoco quiero averiguarlo, lo único que quiero es volver a casa y con casa me refiero a Nueva York.
- ¿Necesitas que te lleve a un lugar?- Pregunta mientras agarra una manzana de la nevera.
- No, no gracias. Ahorita necesito mi ropa y tomaré un taxi. Solo dime, hicimos... algo?- Pregunto nerviosa.
Una cosa es que me dejara quedarme aquí porque estaba borracha y otra es que se haya aprovechado de mi por ello. Si hizo lo segundo creo que no volverá a ver la luz del día.
- No, ¿por qué me acostaría contigo?- Responde sin voltearme a ver.
Una parte de mi siente alivio porque se como pudieron haber acabado las cosas y se que no hubiera terminado bien pero la otra parte esta ofendida y me deja atónita por lo que dijo .
- Bueno, entonces gracias por ser tan considerado y caballeroso, estoy segura de que así tratas a todas- El sarcasmo no pasa desapercibido y antes de que pueda decir algo yo ya estaba en la habitación tomando mis cosas.
En cuanto agarro mi vestido me doy cuenta de que esta sucio y hago una mueca al ver manchas que solo Dios sabe de que son.
Mi celular suena y voy corriendo por el para contestar.
- ¿En dónde están? Llevo toda la mañana intentando llamarles y no contestan.
- Lo sentimos, acabamos de despertar y nos asustamos cuando no te vimos hasta que leímos tus mensajes hace 5 minutos, ¿¡cómo que no sabes donde estas!?- Me aparto del teléfono cuando me grita.
- No lo sabía bueno todavía no se exactamente pero hay un chico en la habitación y me dijo que estoy en el Sheeraton.
- Oh mierda... ¿pasó algo entre ustedes?- Pregunta y estoy segura que está comiéndose las uñas.
- Dice que no pero es un grosero, apenas habla y acaba de destruir mi autoestima- Digo intentando bromear pero mi mente no para de pensar en lo que dijo hace un momento.
Definitivamente esta mal de la cabeza para haber dicho algo así.
- ¿Le destruyeron el autoestima a Behati Rhodes? El mundo se va a acabar!- Me río por su exageración y antes de colgarle le digo:
- Dense prisa, no quiero toparme con él otra vez.
Y con eso termino la llamada.
Me visto y agarro las zapatillas. Aunque mi cabello está hecho un desastre lo arreglo lo mejor que puedo y salgo al pasillo.
No escucho ningún ruido y tampoco hay rastro del chico ingles. Salgo de la habitación cerrando la puerta y me voy al lobby.
Mi mente comienza a procesar lo que ha pasado en la ultima hora que estuve en la habitación del ingles, que por cierto, no me dio su nombre. Es algo típico en los hombres como él, se creen superiores y sienten que todas están a sus pies y cree que por decirme que no se acostaría conmigo iría corriendo hacía sus brazos preguntándole por qué y me le ofrecería.
Ja ja como si eso fuera a pasar.
Algo que siempre me enseñaron mis padres fue que debo ser yo misma pero sabiendo lo que valgo, lo que quiero y lo que merezco y definitivamente este tipo no sabe con quien se metió.
Claramente también me equivoqué con el último que tuve una relación pero no voy a dejar que eso me derrumbe o me afecte, ellos son los patanes después de todo.
A lo lejos de la calle logro ver a mis chicas en el auto que rento Hanna.
Les hago una seña con la mano para que alcancen a verme y detengan el coche.
- Be! no recuerdo nada de lo que pasó anoche pero estoy feliz de que no hayas desaparecido como en aquella película que pierden a un amigo y hay un tigre en la habitación- Me río con ganas por lo que dijo Zara y la abrazo.
- Yo también estoy feliz de que no haya pasado eso.
- Ahora necesitamos irnos para llegar al aeropuerto si queremos volver a casa- Dice Hanna y me subo al coche en asiento del copiloto.
Subo el volumen del estereo del auto y llevo mis pensamientos a esos brillantes ojos cafes.
Solo espero no volver a cruzarme con él jamas.