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Yoongi

Pensar en un simple estrofa me estaba matando, es decir, ¿quien podría crear tres canciones en cuatro días? No es que no confiara en mi talento pero era mucho hasta para mi.

Entre en la cafetería más cercana, eran cerca de las diez de la mañana y había dormido cerca de tres horas, tome asiento en la mesa más apartada para que nadie viera mis ojeras, que estúpido me sentí por dejar los lentes en el estudio.

La camarera tomo mi orden; un café americano y cualquier pan sin chocolate, se retiró de inmediato y yo saque los papeles para poder seguir componiendo, tenía cerca de cincuenta hojas y poco más de notas; algo saldría de esto ¿no?. Me puse a pensar en una palabra que rimara, pero el sonido que hacía la persona de enfrente me molestaba, estaba por sacar mi demonio interior y matarlo pero creo que una mirada hostil lo haría quedarse quieto, alcé la cabeza pero inmediatamente la baje, era Jimin; sentí mi corazón ir más rápido y era estúpido porque él ya no estaba conmigo, y no necesitaba pensar mucho en la respuesta pues ya de sobra la sabía.

Meses atrás

Llegaba tarde, ya era habitual. Camine a la cocina por un vaso de agua, encendí la luz y mire la nota pegada en el microondas.

Todas las noches era así, yo llamaba para decir que estaba ocupado y no esperaba ni siquiera la respuesta de Jimin, solo colgaba. Al llegar a casa este ya se encontraba dormido y me dejaba la cena para calentarla.

Sinceramente no tenía hambre, así que solo me tome todo el vaso y me dirigí al cuarto, cuando llegue Jimin no estaba y enseguida me espante, regrese a la cocina y mire la nota, en esta decía que la cena era carne con una pasta, que descansará y mañana me vería porque fue a dormir a casa de Taehyung, por un momento pensé en llamarle pero eran cerca de las tres, seguro ya estaban dormidos.

En cuanto toque la almohada me dormí no sin antes quitar la alarma, mañana era mi día libre así que no que no tenía de que preocuparme.

Desperté alrededor de las dos de la tarde y me levante con un entusiasmo que hace días no tenía; quería ver a Jimin y su sonrisa que hace que todo el cansancio se esfumara de mi cuerpo. Cuando llegue a la sala él estaba sentado en el sillón grande, puse mis brazos alrededor de su cuello y le bese la mejilla pero enseguida se levantó como si mi toque le quemará

-Yoongi me espantaste

-No era mi intención- sonreí y cuando el gesto no regresó, presentí que algo iba mal; Jimin es de esos que sonreía sin importar qué

-¿Quieres comer?

-Ahora no

-Bien, ¿Podemos hablar?

-Sabes que si- me sente y espere que él lo hiciera a mi lado o encima de mi como normalmente lo hacía pero contra predicciones se sentó en el sillón de enfrente

-Yoongi... Yo... Es... Bueno... Difícil-

-No te presiones Jiminnie dime lo que quieres

-Vamos a terminar- el mundo se detuvo en ese momento

-¿Es una broma verdad Jiminnie?- solo negó con la cabeza

-No Yoongi, lo lamento

-En serio que no es divertido Jimin- mis ojos empezaron a escoser por las lágrimas

-Es porque no es una broma hyung

-¿Pero por qué?

-Creo que no es necesario que lo diga, al menos deberías saber el por qué

Sabía Que Te Irías [Yoonmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora