Él sabía que no era lo que ella necesitaba. Todo el tiempo arriesgaba sus vidas, todo el tiempo se iba a misiones peligrosas y ella simplemente le acompañaba, fiel e incondicional, arriesgándose como siempre.
No lograba encontrar el momento en el que comenzó a verla como algo más que su camarada, su amiga. Quizás siempre estuvo éste sentimiento, desde que ella le invitó a comer sin saber que era aquel Salamander que tanto admiraba, o tal vez fue paulatinamente, entre misiones donde se daba cuenta de lo fuerte y valiente que era, cuidando de sus amigos sin importar qué pase con su vida.
¿En qué momento te volviste tan hermosa a mis ojos? Se preguntaba mientras se revolvía el cabello-¡Ahh! Cuándo me volví tan cursi- gritó sin más y repentinamente. Sus compañeros se giraron sorprendidos
-¿Estás bien Natsu?- preguntó su amada un tanto preocupada. Un ligero rubor se asomaba en las mejillas del pelirosa, por lo que se dio media vuelta con ambos brazos detrás de su cabeza y caminó en dirección contraria para ocultarlo.
-S-sí, sólo... necesito ir al baño- y desapareció tras unos árboles. Gray, Erza y Happy suspiraron juntos y miraron de reojo a la rubia.
-Será bueno hacer un descanso. No pasa nada si mañana regresamos al gremio- afirmó la pelirroja, a lo que los demás asintieron
-Creo que le haré compañía a Natsu- dijo Gray encaminándose por donde se fue su compañero
-Aye- exclamó Happy siguiendo al mago de hielo.
Unos metros más allá, Natsu descansaba bajo la sombra de un árbol que quedaba cerca del río, pensando y ordenando todo lo que sentía en aquel momento.
-Veo que por fin te has dado cuenta flamitas- el DS no se inmutó por el comentario de su amigo que estaba un paso más atrás de él con las manos en los bolsillos, ambos mirando el mismo infinito. -Ahora la pregunta es, ¿a qué le temes?- y sin más rodeos soltó la bomba. Natsu le miró sorprendido, y Gray le devolvió la mirada, serio, esperando una buena respuesta. El pelirosa apartó la mirada hacia el suelo y puso los brazos sobre sus rodillas, apretando las manos en un puño
-Me imagino que lo mismo que pensante tú antes de declararte a Juvia- su intención no era provocar una pelea, Gray lo sabía, simplemente se sentía atacado, y no por las palabras del mago de hielo, sino por los pensamientos y sentimientos nuevos que se mezclaban en su mente y corazón como un torbellino prometiendo llevar todo a su paso.
-Eso sólo lo sabes tú. No vamos a hablar nuevamente lo que sentí en ese momento, lo viviste en carne propia como el buen amigo que eres, apoyándome.- se sentó a su lado y prosiguió- Ahora es mi turno de tomar éste montón de idioteces que estás pensando y guiarte así como lo hicieron Erza, Jellal, Lucy, Happy y tú en su momento. Es nuestro turno de devolverles el favor-
Por otro lado, Lucy junto a Erza se acercaron al río en silencio a juntar agua para el resto de camino que les esperaría el día de mañana, hasta que Erza rompió aquella paz con un sonoro suspiro. La rubia le miró esperando a que dijera algo, a lo que su amiga negó con calma
-Seré directa, ya que no me dejas más opción- hizo una pequeña pausa acercándose a su amiga, y tomándola de los hombros la obligó a mirarle a los ojos
-Desde el fondo de tu corazón ¿qué es lo que sientes por Natsu?-
-Desde el fondo de tu corazón ¿qué es lo que sientes por Lucy?-
La maga celestial miró a Erza con una sonrisa y algo de pena en sus ojos
El DS por su parte siguió con la mirada en el suelo, ocultando aquel nuevo brillo en sus ojos-Él...-
-Ella...--Es... Alguien que me hace feliz tan sólo con escuchar su voz, con saber que está siempre ahí para nosotros, dispuest@ a dar todo por ver a sus amigos sanos y salvos. Es alguien que su valentía nunca dejará de sorprenderme, alguien que tan sólo su sonrisa o sentir su tacto me hace sentir más viv@ que nunca. Creo que nunca me cansaría de ver sus ojos, su caminar, o de escuchar sus estupideces/historias. Es quien me hace querer ser más fuerte para protegerle y sobre todo esto...
-Él me hace querer ser mejor persona cada día-
-Ella me hace querer ser mejor persona cada día-
-¡Entonces qué es lo que esperas!. Ya todos sabíamos que Lucy te gusssssssta- le dijo Happy llorando a mares, haciendo que el mago levantara la vista asombrado por esta nueva revelación
-No Happy... Yo la amo- y así salió corriendo en búsqueda de Lucy.
Sin darse cuenta, la noche había caído rápidamente, y comenzó a hacer algo de frío. Se detuvo en seco al ver aquella hermosa hada que estaba sentada a la otra orilla del río sobre una roca mirando sus pies que a penas tocaban el agua
-Te resfriarás aquí- comentó mientras se acercaba a la chica saltando el "camino" de piedras que lo guiaban directamente a la roca donde ella se hallaba. La rubia le miró apenada y con un rubor en sus mejillas
-Lo siento, estaba... Pensando- dijo observando cómo el chico tomaba asiento a su lado
-¿En qué?- preguntó intentando fingir desinterés mientras miraba las luciérnagas que comenzaban a hacer su vuelo nocturno.
-En ti...- soltó en un susurro sin darse cuenta, y volteó a ver a su compañero si había escuchado. Creyó ver un rubor en las mejillas del pelirosa, pero seguía absorto en el vuelo de aquellos magníficos insectos. Pasó un buen rato en un silencio bastante acogedor, escuchando el cantar de los habitantes del bosque
-Es curioso, yo también pienso en ti- sólo esas palabras bastaron para que aquellos cantos desaparecieran y todo se volviera nada a su alrededor, sólo ellos dos, ahora observándose en silencio. Natsu acercó lentamente su mano a la de su compañera, esperando a que rechace su contacto, pero ella permaneció quieta, por lo que finalmente tomó con su otra mano el rostro de la rubia
-Natsu yo...- el chico con su sonrisa le hizo callar, era hora de sacar su corazón y entregárselo en sus manos.
-Desde hace mucho tiempo que te veo de otra forma Luce, lo cierto es que no sé desde cuando, pero hoy me di cuenta de esta gran verdad que hace bastante me ha estado molestando y debo decirte todo, o me estará consumiendo de por vida-
Ambos se miraron en una tierna batalla de sentimientos a punto de desbordar. Jade contra chocolate, finalmente dieron tregua, sabían que era una guerra que jamás perderían y sin más las palabras salieron solas de sus labios, dejando aquel "Te amo Luce" "Te amo Natsu" volando en el infinito de sus corazones
-Yo también te amo- se sonrieron juntando frente con frente, nariz con nariz, labios con labios, besándose calmada y apasionadamente, sabiendo que tendrían toda una vida probando y saboreando al amor. Finalmente juntaron corazón con corazón, entendiendo que este calor, esta pasión y este profundo amor era lo que necesitaban, lo que en el fondo de sus almas anhelaban con desesperación, sabiendo que este afortunado amor era...
Lo mejor para los dos