Hurracane [chansoo]

1K 160 41
                                    

[Esa noche comprendí porque los huracanes tienen nombre de persona. Aferrado a un beso, a su calor. Se supone que solo sería una noche, pero se convirtío en mi droga personal.

Creí que yo era un huracan, pero a su lado fui una simple llovizna.

La primera vez fue una simple atracción fisíca, y cuando se hicieron dos, tres, cuatro, cinco, seis veces supe que debía alejarme, pero era muy tarde, ya me había arrastrado con él.

Sentía que pertenecía a él, cuando yo no pertenecía a nadie. Sentía que sus brazos eran perfectos para abrazarme, que sus labios encajaban con los míos, que su cuerpo era el complemento del mío. Pero yo no podía estar en su mente, no sabía lo qué él pensaba y me aterraba.

"—¿Por qué vuelves?—preguntó y me estremecí.—"

"—N-no lo sé—tartamudee.—"

Sentí su lengua haciendo dibujos en mi cuello, volvería una vez más, las veces que sean necesarias. Gemí intentando quitar su chaqueta y me sostuvo de las manos.

"—¿Qué sientes por mi?—murmuró viéndome con el entrecejo fruncido y temble.—"

"—Nada—dije lo más firme que pude y sentí su risa contra mis labios.—"

"—Mientes—"

Intente volver a quitar su chaqueta y se dejo hacer, con esa sonrisa que me volvía loco y que me hacía desear más. Estaba jodidamente acabado por él, y no había nada que hacer.

Envolví mis piernas a su cintura y quitó mi camisa, lamiéndo mi pequeño botón color chocolate. Gemí en su oído y mis pantalones fueron a dar al piso junto con mi ropa interior. Sentí un dedo colándose en mi interior y me quejé.

Necesitaba más de mi huracan.

"—¿Me amas?—undió más su dedo en mi.—"

Estaba jugando con fuego, pero no me importaba quemarme si lo hacía con él. Arquee mi espalda y negué.

"—¿Me amas?—repitió."

Chille cuándo introdujo dos dedos, seguidos de un tercero y los comenzó a mover rápidamente en mi interior. Volví a negar cerrándo los ojos fuertemente y apretándo las sabanas.

"—¿Si te digo que si, qué harás?—dije con un hilo de voz por la excitación y sus dedos dejáron de moverse.—"

Abrí los ojos para verlo, deje de sentir sus dedos en mi interior y lo vi parado a un lado vistiéndose.

"—Me iría.—"

Sentí una opresión en el pecho y me apresuré a pararme y sostenerlo, impidiéndo que se vaya.

"—¡No! ¡yo no te amo! ¡No lo hago!—grite sosteniéndolo del brazo.—"

"—Kyungsoo—dijo seriamente."

Me arrodille y me sostuve de sus piernas, rogándole que no se vaya. No quería que se fuera, quería que siguiera siendo mi huracan, quería que siguiera destruyéndome.

"—¡No te vayas!—rogué."

"—No, Kyungsoo, no puedo quedarme contigo. No lo entiendes—"

"—Hazmélo entender, entonces—"

Comenzó a empujarme, intentándo quitarme de él. Me aferre más fuerte a sus piernas. Grito que lo soltara, que lo déjara irse, que él no pertenecia a nadie. Pero yo no lo dejé.

Estaba tan enamorado, no podía soltarlo, desaparecería si lo hacía y me dejaría seco. No sería más una llovizna ni un huracan, seria un desierto seco y sin vida.

"—¡Por favor!—me empujó y logro soltarse de mi.—"

"—Adiós, Kyungsoo—"

Cerró la puerta y el cuadro que había en ella con una foto nuestra se cayo, se rompió. Tarde un minuto en asimilar que se había ido, y luego, comencé a llorar con lo poco de agua que le quedaba a mi llovizna.

El nombre de mi huracan, Park Chanyeol. El hombre que me hizo quedarme, cuando no pertenecia a nadie, cuando creía que sería yo quien lo dejaría. Comencé a secarme poco a poco y deje atrás ese cuarto del departamento dondé haciamos el amor. Porque para mi no era una simple follada.

Pasaron dos días y entonces entendí que él en verdad no volvería. Como todo huracan que llega a su fin, este fue el suyo, pero dejo hecho su trabajo, rompiéndo mi corazón.

Porqué eso hacen los huracanes, destrozan las cosas y las personas.

Segui trabajando, segui respirando, segui acostándome con personas imaginándo que eran Park Chanyeol, segui mirándo el lado de la cama donde alguna vez él se acosto, pero solo era un cuerpo sin alma.

Se acabaron las sonrisas, los viajes a media noche a la playa, las noches llenas de besos apasionados y toques descarados. Todo volvió a la normalidad menos yo.

"—¿Si?—pregunte al moreno que estaba frente a mi.—"

"—Quiero un mocachino, por favor—pidió y forme una falsa sonrisa—"

"—Enseguida—"

Asentí y le dije a Luhan lo que queria, alguien más me hablo y me gire rápidamente pensando que era mi huracan, pero no había nadie.

Gire unas dos veces más así, creyendo escuchar su voz llamándome.

Salí de trabajar a las diez de la noche, cáminando con la cabeza en el suelo y con el frio colándose por mi ropa nada abrigada. Era diciembre, 24, y yo pasaría visperas de Navidad solo.

Como todos estos años.

"—Kyungsoo—escuche a mi lado.—"

Me gire, y de nuevo de era nadie. Maldije a mi conciencia por hacerme estó en momentos así, volví a escuchar su voz llamándome tres veces más y tape mis oídos.

"—No, ¡vete!—grite.—"

Soltó una carcajada en mi oído y apreté mi mandibula.

"—¡Vete, Park Chanyeol!—"

Cerre los ojos con fuerza y camine así un rato hasta qué deje de escuchar su voz en mi oído. Quise sonreír pero al abrir los ojos una luz me cegó, tapándo mi rostro antes de sentir como mi cuerpo era arrollado y caía en algún lugar de la carretera.

Abrí los ojos con las pocas fuerzas que tenía y lo ví otra vez, mi huracan estaba frente a mi con rostro neutro y me llamaba.

"—¡Kyungsoo! ¡Kyungsoo!—"

Sonreí, al menos pude verlo una vez más. Tal vez fue mi imaginación, tal vez él me arrollo, tal vez él me esta recibiendo en el infierno, tal vez, tal vez, tal vez.

Todo es incierto en la vida, mi huracan, menos la muerte.]

-----

N/A: Espero que les haya gustado, el One Shot tiene 1000 palabras exactamente (sin contar la nota).

Inspirado en la canción Hurracane de Halsey, no esta todo igual que la canción, pero de todas formas.

©d-bxynk

hurracane    »chansooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora