Lantern.

Capítulo 1. Madrugada

El aire era casi sofocante, la presión en sus pulmones aumentaba, jadeaba, sudaba. La humedad en el ambiente era demasiado, ¿Cómo no iba a serlo? era una madrugada de lluvia, árboles, espinas, lodo, todo a su alrededor contribuyó a que cayera golpeandose en la tierra aún mojada, pero él no paró de correr, no le importó, pues ¿Qué iba a serlo?  Pasó una larga noche el día de ayer y ahora esto. Sólo se limitó a hacer un quejido con su boca.

Vestía una chaqueta deportiva color azul, de aquel, que te recuerda al fiero cielo en un duro día de calor, en verano claro, cuando todo parece ser más cálido. Sus tenis naranjas fosforecentes, destacaban de entre muchas sombras que se veían. <<Hay que tener en claro que para seguridad, los corredores elijen este tipo de calzado, para poder ser vistos y evitar cualquier accidente. >> Sus shorts negros que muy apenas cubrían la parte superior de su rodilla se pegaban a su piel a consecuencia del agua, dando la ilusión de una doble capa de tejido.

¿Mencioné que sus manos estaban sudando?

Claro que no, no se notaba.

Lo que parecían ser sombras blancas y amarillas, pronto se convirtieron en casas, y lo que era lodo se volvió pavimento.

- ¡AYUDA! - Gritó aún jadeante. - ¡AlGUIEN AYUDEME! - repitió con el aliento que aún le quedaba en su sistema.

Los perros y el sonido de sus pies golpeando los charcos, era el único ruido que recibía como respuesta a sus quejidos

Figuras de luces en forma de venados, Santa Clouses de plástico , duendes de yeso y árboles con centenares de luces navideñas que cambiaban de color al son de la música, adornaban las viviendas del vecindario, era un escenario acogedor ¿cierto?

Llegó a casa.

 - ¡TAO! - gritó mientras sus manos trataban de abrir la puerta de vidrio. Las venas de su cuello y cara resaltaban a consecuencia del sobresfuerzo.

Con pijama de dos piezas, playera color rosa pastel y short negro, éste abrió la puerta.

-Necesitó el teléfono - chilló el chico con sudadera deportiva.