Me despierto, me voy a desayunar, preparo mi mochila,... Como un día de cada día. Me voy a la universidad, pienso en mis asignaturas y en todo lo que tengo que hacer durante este día. -Ahora toca sociales a primera hora, ¡Y encima, para tocarte la moral, el profe sustituto, qué rabia! Llego más puntual de lo normal, veo pasar a mis compañeros de clase por el pasadizo. Me dirijo a mi aula, a la 9.
Siento una extraña sensación dentro de mi, como si estuviera cansado. Esta hora pasa muy lentamente. Miro el reloj, lo vuelvo a mirar y a mirar hasta que finalmente acaba la hora.