"You always bussy."

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[Siempre estás ocupado]

Cabrón, cabrón, cabrón.

Estaba enojada, muy enojada.

Harry ni siquiera recordaba que cumplíamos cuatro años de novios, estaba tan enfrascado en su trabajo que no se permitía descansos, incluyendo tiempo para mí, yo comprendía que significaba mucho para él, pero no quería que sea uno de esos hombres que solo piensan en trabajo y no le dedicaban tiempo a sus familias, me frustraba el hecho de que no me había tocado en meses.

Algo hizo click en mi cabeza y no pude evitar sonreír al ver la tienda de ropa interior justo frente a mis ojos.

***

Me he gastado un montón de dólares comprando lencería a cántaros, con facilidad podría llenar mi gaveta de ropa interior otra vez con todo lo que había comprado, llegué a casa y él estaba en su despacho, escribiendo en papeles, me apoyé en el marco de la puerta y le observé con lujuria, verlo ahí con sus lentes de pasta y sus largos dedos moviendo el bolígrafo por aquellas hojas me traían recuerdos de todas las veces que había interrumpido en su trabajo para que me satisficiera mis necesidades sexuales y él gustoso, aceptaba.

-He llegado, cariño.- hablé en su oído pasando mis brazos por sus hombros y dejando un beso en su nuca, inclinó la cabeza hacia atrás topándose con la intensa mirada que le estaba dando, se quitó los lentes dejándolos sobre la mesa y me hizo una seña para que me sentara en su regazo, lo hice sin rechistar y subí las manos a su cuello dejándolas reposar allí.

-¿Donde estabas, preciosa?.- posó sus manos en mi cintura y alzó una de sus cejas, fruncí el ceño, ni siquiera me escuchó cuando dije que iría al centro comercial a pasar el rato.

-Por ahí.

Asintió y me besó los labios con ternura, me gustaría que ese beso no me hubiese excitado de la manera en que lo hizo porque cuando traté de profundizarlo se separó y me miró directamente a los ojos, sabía que el también quería, pero pensaba que si dejaba el maldito trabajo dos horas todo lo que él construyó se iría abajo.

-Cariño, otro día, tengo que terminar esto, te prometo que sacaré tiempo.- besó mis nudillos y con una mirada entre enojada y decepcionada salí de allí.

***
Me paré frente al espejo completamente desnuda, tenía buen cuerpo, mientras Harry se encierra yo me he ocupado de hacer ejercicio durante este último año ya que estaba de vacaciones, era patético que el pensamiento de que en dos meses volvería al trabajo me emocionara de sobremanera, me aburría de estar aquí.

Cuando salí de la ducha, me puse una franela casi transparente donde se podía apreciar el conjunto de lencería que llevaba, volví al despacho y lo vi quedándose dormido sobre sus papeles, toqué la puerta y despertó con espanto.

Oh, mi bebé.

-Al menos ve a ducharte y ven a la cama, guapo.- me incliné en su escritorio dejándole una perfecta vista de lo que llevaba debajo de aquella simple prenda de dormir, él desvió la mirada recorriéndome todo el cuerpo, vi cómo se tensó y me regocijé por dentro cuando acomodó sus pantalones.

-S- sí, claro, deberías irte a dormir, cariño.

Le ignoré y me fui a la habitación recostándome en la cama, rodé al lado izquierdo, donde él duerme y olí su almohada, olía a el, se sentía como si estuviera conmigo, recordar cómo se había excitado al verme hace un rato me revolvió el estómago y sentí una sensación de calor en mi vientre bajo, era increíble como el podía calentarme sin tener la intención, cerré los ojos y me abracé a la almohada cuando su voz me interrumpió.

-Querida, me voy a bañar.- avisó y cuando abrí los ojos pude ver su trasero, fuerte y varonil, ahogué un gemido en la almohada y cuando escuché el agua caer, supe que tenía que lidiar con mi fuego en este instante antes de que saliera, sabía que iba a tardar, tardaba ratos en la ducha para lidiar con su estrés.

Saqué la franela y metí la mano por las finas bragas de encaje acariciándome a mí misma, de mi cabeza no salía el pensamiento de él haciéndome el amor como lo solía hacer antes, la manera en que el verde esmeralda de sus ojos se volvía oscuro cuando me poseía en todos los lugares de la casa, no pude evitar soltar un pequeño gemido cuando introduje dos dedos en mi interior, imaginando si fueran los de él. 

***

De un momento a otro ya no tenía control de mis acciones, mi cabeza daba vueltas, mis dedos exploraban mi interior y mi cerebro solo imaginaba películas porno donde Harry y yo éramos protagonistas, mientras me tocaba gemía su nombre bajo, para que no me escuche, cuando llegué al clímax me sentí mareada.- ¡Dios mío, Harry!

- ¿Sí?.- estaba a los pies de la cama, secándose el cabello con la toalla, mi cara iba a explotar de vergüenza.

-¿Cuanto llevas ahí?

-Desde que empezaste a gemir mi nombre sin discreción.

Lo dijo con tanta intensidad que me quise golpear en ese instante, se suponía que no debía de haber hecho ruido, me puse de pie y me fijé en que no llevaba las bragas, las tomé de la cama y me las puse bajo su atenta mirada, cuando lo hice alcé la mirada para encontrármelo observarme fijamente con gesto de interrogación.- Todo esto es tu culpa, si no me tocas lo tengo que hacer yo.- dije con simpleza y pasé por su lado para salir de la habitación, pero cuando justo iba a pasar el umbral de la puerta unos fuertes brazos me lanzaron del vuelta a la cama y sentí sus labios sobre los míos sin darme tiempo a decir nada.

Joder, íbamos a hacerlo, aquí y ahora.

Sus grandes manos me manoseaban los pechos por sobre la lencería mientras me demostraba sus habilidades para mojarme con solo tener su lengua en mi boca, se separó en busca de aire y miró mi cuerpo con una sonrisa pícara.- Rayos, si hubiese sabido que esto me esperaría, hubiese salido de allí como perro detrás de carne.

-No mientas, lo has visto y lo has ignorado, solo piensas en tu trabajo.

-Preciosa, desde que desperté he estado empalmado pensando en porqué llevabas eso puesto.- bajó sus labios al lóbulo de mi oreja donde mordió con suavidad, y empezó a susurrar en mi oído con la voz cargada de excitación.-me doy una ducha fría para ayudarme a mí mismo pero escucho a mi chica, gimiendo mi nombre como una desquiciada y he vuelto a tener una erección, lo primero que pensé fue en poseerte ahí mismo, pero no sabes lo caliente que fue, ver cómo te tocabas mientras sollozabas mi nombre y soltando maldiciones, tienes una boca muy sucia mi amor, los favores que me podrías hacer con ella, en cuanto a lo que vi, esa imagen quedará grabada con fuego en mente.

Eso me puso húmeda, me gustaba saber eso, que me diga que yo lo ponía.Tomé su mano metiendo el pulgar a mi boca, chupándolo con insinuación y lentitud, Harry jadeaba, yo seguí chupando su dedo y lamiéndolo como si fuera una paleta, con los ojos puestos sobre él.- ¿Así quieres que te haga favores, bebé?

El me miró a los ojos y mi corazón empezó a latir con rapidez, dándome cuenta de la mirada llena de lujuria que me dirigía, esta noche promete demasiado.

Holy Ghost [ H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora