Esperé a que ella saliera de mi casa mientras veía con el ceño fruncido aquel ramo de flores y ese ridículo globo de helio, cuando por fin puso un pie fuera estrellé la puerta, le dediqué una mirada furiosa a él y empecé a subir las escaleras oyendo mis pasos resonar.
—Amor.
—Cállate, Harry.
Al llegar a mi cuarto, me recosté en la cama cerrando los ojos, di un respiro profundo y los abrí, ni siquiera me siguió, es un idiota, sentí mis párpados pesados y sin darme cuenta me quedé dormida.
***
Abrí los ojos sintiéndome renovada, a juzgar por mi ánimo podría decir que he dormido muy bien, cuando traté de estrujarme los ojos no pude, miré hacia mis manos y abrí los ojos como platos al darme cuenta de que estaban atadas al espaldar de la cama, bajé la mirada y aún tenía puesta la misma ropa, solo que sin los zapatos.—¡Harry, ven aquí en este instante!
—Cariño, esperaba que despiertes, ¿te incomodan las muñecas?—le miré enojada y me sacudí con incomodidad.
—Será mejor que me sueltes ahora sí quieres conservar tus testículos, tesoro.—dije con sarcasmo mientras sonreía con el enojo plasmado en mi rostro.
—Primero me vas a escuchar, detesto cuando sacas tus malditas conclusiones y nunca me haces caso, así que, si me permites, cállate.
Abrí la boca ofendida, jalé mis manos pero fue en vano, no las podía mover hacia ningún lado, me rendí y suspiré pesadamente.—De acuerdo, habla.
—En primer lugar, Cassidy es una amiga, le he informado que estaba con fiebres y constipado, se ha preocupado y ha venido a ayudarme.
—¿A curarte o darte sexo oral mientras no estoy?
—Creo que dejé claro que necesito que te calles esa preciosa boca para que me permitas hablar.— me dio una mirada que envió escalofríos por todo mi cuerpo así que me callé.—Me ha traído flores porque quiso, digo, a los enfermos uno suele regalarle flores, el punto es, no me acosté con ella, no lo he hecho ni lo haré, por Dios, no siento fuerzas ni para moverme, ¿podrías dejar de desconfiar de mí? No te he dado motivos.
Lo pensé un momento, la verdad es que no sabía por qué desconfiaba de él, lo amaba, no había duda, pero no me puedo controlar cuando veo a otra mujer cerca de él.—Vale, lo siento, ¿me podrías soltar?
—No, últimamente pareces no tener claras las cosas así que necesitas que te ayude.— ¿Que diablos quiere decir con eso, acaso se estaba volviendo loco?
—Harry, ya suéltame, no es divertido.—me removí incomoda, me puse nerviosa cuando dio pasos hasta llegar a la cama y me miró, podía ver llamas ardientes detrás de sus pupilas, de repente tenía mucho calor. Pareció haberme leído la mente porque tomó el dobladillo de mi camiseta y la subió hasta mis muñecas, dejando a la vista mi sujetador, me quedé callada mientras veía como él, con lentitud me desprendía de todas las prendas que llevaba, incluyendo mi ropa interior, dejándome desnuda a su merced.
—H-harry, ¿que estás haciendo? Se supone que no debiste haberte parado de la cama.-murmuré con nerviosismo, solo se limitó a encogerse de hombros y subirse a horcajadas sobre mí escrutando todo mi cuerpo con su fogosa mirada, yo ya estaba muy caliente, podía sentir la humedad entre mis piernas, solté un gemido sordo cuando me apretó los pechos con sus manos, alcé las caderas en busca de atención mientras le veía. Su rostro transmitía puro deseo, cuando empezó a besar cada parte de mi cuerpo y a succionar mis pechos cada que su lengua recorría cerca de ellos yo ya no podía pensar con claridad, necesitaba que me hiciera suya, sentía mis nervios a flor de piel.
—¿Qué quieres, amor?
—Quiero que me folles Edward, hazme tuya, no puedo soportarlo.- murmuré con los ojos cerrados, casi grito cuando sentí su mano abrirse paso entre mis piernas, separando mis pliegues e introduciendo sus dedos en mí de manera brusca, jadeé arqueando la espalda con ganas de más, sentí mi estomago volcarse cuando empezó a embestirme con sus largos dedos, cuando sentí que no podía más, me dejé llevar por el orgasmo, gimiendo su nombre en el proceso.
El se veía satisfecho, pero no tanto, lo deduje porque sacó sus dedos de mi interior y se desnudó, pude ver su gran erección con un poco de semen saliendo de ella, no pude evitar volver a mojarme cuando lo vi.—Harry, por favor, suéltame.
—¿De quién soy?
—Mío.
Mordió mi pezón haciéndome gemir con fuerza y jalar con brusquedad mis manos, haciéndome daño.
—¿Podrías repetirlo?— dijo con inocencia rozando su masculinidad en mi clítoris haciéndome delirar.
—Amor, hazlo ya, por favor.
—¡Repítelo maldita sea!
—¡Mío, Edward, de nadie más, solo mío!— lloriqueé cerrando los ojos con fuerza, pero los volví a abrir con sorpresa cuando se introdujo en mí con una brutalidad que nunca había usado, lancé un grito de placer alzando las caderas cuando me embistió sin delicadeza
Me estaba follando a lo bestia.
—Yo soy tuyo, de ninguna otra, a mí me gustan con locura tus mamadas, me gusta devorarte el co*ño, hacerte gritar hasta que te quedes sin voz, me gusta todo lo que tienes para ofrecer, yo soy tuyo, tú eres mía y no pienso compartirte ni ser compartido.-dijo con brusquedad apretándome uno de mis pechos, mis gemidos se podían escuchar al otro lado de la calle, estaban doliendo como el infierno sus embestidas, pero me gustaba, me encantaba, estaba enojado y lo reflejaba en su manera de poseerme.
Me giró, ahora estaba de espaldas a él con el trasero a su disposición y mis brazos ahora estaban en forma de x, ahogué un grito cuando sentí la palma de su mano chocar con mi nalga.—¿Queda entendido, muñeca?
No dije nada, nisiquiera puedo decir palabra alguna, estaba gimiendo desenfrenadamente cada vez que me penetraba de esa manera tan despiadada, sentí otra nalgada, pero esta vez más fuerte, mis ojos se llenaron de lágrimas de excitación.—¡¿Entendido!?
—¡Diablos sí, Harry!
Soltó mis manos en un movimiento rápido dejándolas libres, apreté las sabanas de la cama mientras alzaba más el trasero, quería que siguiera dando manotazos en él, captó y volvió a dar una nalgada que me sacó el aire, de un momento a otro los gemidos salían sin control de mi boca, yo gemía, el gruñía en mi oído y me hablaba de la manera más sucia que se permitía, cuando sentí su líquido caliente chorrear dentro de mí, fue como un detonante a mí orgasmo haciéndome apretar mis paredes a sus al rededor mordiendo mi mano para amortiguar el grito de placer que amenazaba con despertar a medio condominio, me giré y vi en su rostro aquella sonrisa arrogante, se aproximó a mis labios y me besó con lentitud, pasando sus manos por mi cintura, acariciándome, después de algunos minutos compartiendo uno que otros besos candentes le sentí endurecerse en mi interior otra vez.
—Espero que ya sepas con quién quiero follar hasta que muera.
![](https://img.wattpad.com/cover/72630352-288-k390975.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Holy Ghost [ H.S]
FanfictionOne shots. "Let me satisfy your body and soul, i'm not a saint but do i have to be?" Actualizaciones todos los días.