Quedando una semana para navidad y dos meses para el retorno de Emma, todo surgía con naturalidad. La única diferencia en nuestras vidas era la presencia de Chris en casa de Thomas, lo que entorpecía un poco nuestras actividades normales. Pero tan solo un poco, no es que me moleste su presencia, me refiero a que ya no podía hacer todo lo que se me diese la gana porque estaba él, aunque fuera alguien de confianza, por ejemplo ya no podía ir y andar por la casa desnudo luego de hacerlo con Thomas. En cualquier caso, eso no importaba demasiado, estábamos contentos de poder cuidar de él y tener la situación controlada.
Sólo hemos sabido de Robert porque Thomo ha debido verlo en el trabajo, pero más allá no ha causado mayores problemas. Chris se ve algo mejor y lo hemos mantenido alejado de Lucas. A pesar de que queremos que esté feliz, no podemos soltarlo así como así a la vida, es una persona muy vulnerable y no queremos que vuelva a vivir bajo la sombra de alguien. Si bien Chris nos jura que Lucas lo quiere y es una persona buena, tenemos miedo de que Chris se ilusione y viva siendo dependiente de su relación con él. Imaginen, si ha llorado por perdón apenas lo ha visto en el hospital ya sin riesgo de morir- más que por una infección en la pierna-, no puedo imaginar qué pasaría si se ponen a pelear.
Un lunes por la mañana, Thomas, Chris y yo desayunábamos antes de irnos al trabajo. Yo seguí con los mismos equipos y mi horario seguía siendo igual.
-¿Qué haremos para navidad?-Pregunté mientras me preparaba un sándwich de atún y lechuga. A Thomas le gustaba desayunar cosas saludables, que para mí eran poco usuales. No tenía nada en contra de desayunar ese tipo de cosas, en realidad, todo es apetecible para mí.
-Yo la pasaré con mis padres, así que no me verán por unos días-Respondió Chris sonriente.
-Yo también iré a lo de mis padres-Dijo Thomas alcanzándome la lechuga.
-Bien, pues no me quedará otra que ir con los míos también- Dije resignado.
-No, tú vendrás conmigo-Me corrigió Thomas.
-¿A conocer a tus padres?-Tartamudee. - ¿Eso no es demasiado?
-No lo es-Respondió Tom.
-No te preocupes-me calmó Chris- los padres de Thomo ya saben que se le voltea el paraguas de todas formas-Rió.
-Aunque quizás debas lidiar con mi hermana, ella siempre quiso que yo saliera con Chris- Rió Thomas.
-Joder, era muy obstinada con el tema-comentó Chris.
-De seguro se le debe haber pasado, cariño, pero de todos modos le encantarás- Me dijo Tom.
-¿Tú crees?-Pregunté.
-Claro, a fin de cuentas eres la persona a la que he elegido. Y si te detestan, pues ni modo.
-Ya, vale, eso me deja mucho más tranquilo-Respondí en un tono irónico.
Chris se puso de pie y fue a la habitación de huéspedes a buscar algunas cosas que necesitaba llevar al hospital. De paso, llevo su ropa sucia a la terraza mientras yo comía en silencio con Tom.
-Que no te ponga mal, cariño, mi familia te agradará. Además, sólo pasaremos la noche buena con ellos, ¿sí? Conduciremos de vuelta por la mañana, a ver si alcanzamos a llegar a casa y hacerlo bajo el muérdago- Sonrió el tomando mi mano.
-El muérdago no es para eso-Me burlé nervioso.
-Ya lo sé, pero pensé que sería una buena excusa. Ah, y te he dicho que mi padre es irlandés, ¿no? Así que mejor te vas acostumbrando al ruido que va a haber allá.
-Sí, cariño, ya me lo habías dicho… Pero tú de irlandés no tienes nada. Al menos nada más que el color del vello púbico- Dije extrañado. Escuché a Chris reír desde la terraza.