Mamaaaaaaaa - grité
Al no escuchar respuesta alguna a mi grito desesperado volví a gritar.
MAMAAAAAA EL AGUA!!!!
Yo que era un poco chillona escuché a mi madre corriendo por la casa desesperada cambiando el bendito "gas", que justo el día en que me resigné a levantarme de mi adorada y preciada cama, tenía que acabarse.
Ese día luego de dos semanas de un paro extremadamente largo que estaba ocurriendo en la Universidad me había resignado en que era tiempo de salir de mi casa a apreciar el día en realidad a dar una con mi querido amigo Jonh.
Luego de que mi amada madre Antonieta logra cambiar el gas, me rendí ante el agua calentita que salía desde el regadero, me sumergí en el agua como un pez en el mar luego de un par de minutos bajo el agua escucho a mi mamá gritarme para que me dignara a salir de la ducha, porque el gas estaba muy caro y bla bla bla cosas que solo las mamás entienden.
Salí del baño con dirección a mi pieza cuando en mi intento de llegar a mi habitación tropiezo con un bulto que me esperaba detrás de la puerta del baño. Tropecé, pero no me caí.
Era Bubi mi tan lindo poodle que como siempre me esperaba fuera de la puerta porque no había alcanzado a entrar, él siempre iba detrás mío siempre y cuando digo siempre es SIEMPRE.
Llegué a mi habitación junto a la mejor compañía que había tenido en esas largas dos semanas, comencé a vestirme y mi perro no dejaba de mirarme –pensé- Quizás que cosas se le pasaran por su cabeza perruna al verme así – reí.
Cuando por fin termine de ponerme ropa hecho un vistazo a mi celular por si tenía alguna llamada de mi amigo con el que iba a salir. Claramente no tenía una llamada sino diez, no sé en qué momento el celular sonó diez veces que no me di cuenta, lo llamé y acordamos juntarnos en el mismo parque que nos juntábamos hace ya un par de años.
Tomé mis llaves, mi celular y un poco de dinero. Besé a Bubi (cosa que hacia siempre que lo abandonaba) me despedí de mi madre y me dirigí al parque más conocido como los dos parques. Era conocido así ya que eran dos parques serados por una calle y como nosotros somos los más ingeniosos de la vida se nos ocurrió cuan grandioso nombre "el parque de los parques".
Al llegar al parque vi a Jonh sentando en la misma banca que nos sentábamos siempre y yo me senté a su lado.
Me miró algo angustiado
Hola Mía –dijo Jonh con sus ojos llorosos
¿Hola, que te pasó por que me necesitabas con urgencia? –respondí
Acaso no has mirado mis estados? Terminé con Sofía, me ha dejado por alguien de su edad – dijo con tristeza
A Jonh lo conocí hace unos 5 años atrás en una de mis salidas a pubs con mis amigas, nos sentíamos las más rebeldes de todas, por el solo hecho de ir a cosas que eran para mayores de edad y nosotras unas simples niñas jugando a ser grande.
Al entrar al concurrido pub estaba el sentado con un par de chicos, en el instante que entramos se dio vuelta y nuestras miradas conectaron, yo solo reí como era de costumbre ya que me caracterizo por reírme hasta en los peores momentos, pero mis amigos me quieren así jajaja.
Fue en ese momento donde los chicos que acompañaban a Jonh saludaron a Lucy mi mejor amiga en todo el mundo mundial, nos sentamos con los guapos chicos y comenzaron a pedir cervezas, ellos empezaron a tomar mejor dicho tragar esas cervezas como un barril sin fondo, Jonh giró su cabeza hacia donde estaba sentada yo y comenzamos hablar de nuestras vidas y esas cosas que uno habla cuando conoce a alguien. Desde ese día no dejamos de hablar y verlo ya se me hacía costumbre.
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Maravillosamente Mía
Teen FictionMía era una universitaria cualquiera, con una gran desilusión amorosa tras de ella, pero su amiga Paola la ayudaría a cambiar su perspectiva errónea del amor metiendo a Erik en su vida.