Capitulo 1: Esto no puede ser el fin

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Era una mañana cálida en la aldea Canís, una aldea del Suroeste situada en medio de una pradera junto a un bosque y así mismo con unas colinas que separaban este de la costa... en una cabaña un poco apartada vivían un chico pelirrojo de 18 años llamado Lem y una chica pelirrosada de 17 años llamada Fey... ambos se estaban preparando para las labores del día... Lem era huérfano pues habían asesinado a sus padres hacia 4 años atrás sin que nadie de la la aldea tuviera idea de porque, Fey también lo era solo que ella había perdido a los suyos 2 años atrás por culpa de un desafortunado incendio en su hogar... como ambos eran mejores amigos desde que tenían 12 años él la invitó a que se alojara en su casa ya que tenia una cama sin usar (la suya pues él usaba la de sus padres), ella aceptó la oferta casi sin dudar y aunque los demás aldeanos no veían correcto que 2 adolescentes vivieran juntos, ninguno de ellos estaba dispuesto a aceptarlos en sus hogares ya que la mayoría eran pobres y no podían recibir a otra persona (y los que no, eran unos egoístas)... así pasaron 2 años juntos, avivando aún más la llama del amor que sentían el uno por el otro desde chicos pero que ninguno se atrevía a revelar por miedo a que perdieran su "bella amistad"... hasta ese día.

(Esta imagen es solo para darse una idea de la fachada, no es igual)

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Lem: Bueno ya me voy; todavía no puedo creer que llevo un mes siendo cazador -recoge un arco colgado en la pared-

Fey: -Con un tono burlón- Y yo que quisieras ser un hombre velludo con puro musculo y nada de cerebro

Lem: -Fingiendo estar ofendido- Oye no todos somos unos sin vergüenzas como Jorr -recoge un carcaj del piso- después de todo, en estos 2 años jamas he intentado nada descortés contigo

Fey: -Irguiendo una ceja- ¿A si? y que hay de la vez que te descubrí tratando de espiarme mientras me lavaba en el rió

Lem: -Sonrojado y nervioso- Ya te dije que no estaba tratando espiarte (No trataba, lo estaba haciendo), sino que estaba persiguiendo a otro que sí lo estaba intentado... como sea, yo seré un buen nombre como lo era mi padre, y no soy tan fácil de influenciar como para que se me peguen los malos hábitos de esos hombres no te preocupes

Fey: Pues de cualquier forma recibes más dinero cazando que trabajando con los mercaderes, así que tomare esos riesgos -muestra una resplandeciente sonrisa-

Lem: -Susurrando para sí mismo- Si lo hiciera ya no podría ver esa hermosa sonrisa en tu rostro

Fey: ¿Dijiste algo?

Lem: Nop, nada de nada -se encamina a la puerta- ¡Hasta mediodía!

Fey: ¡Hasta pronto! -Lem sale apresurado por la puerta dejándola sola- ....cuídate mucho por favor

Durante toda la mañana Lem fue junto al resto de cazadores para buscar presas, pero a pesar de tener poca practica cazando siempre conseguía encontrar algunos ciervos que los más experimentados no veían o atrapar a las gornisas que huían cerca de él.... y por alguna razón siempre que estaba en el bosque, se sentía fuerte, libre, era una sensación que le encantaba... pero era nada comparada con le sensación que le daba ver a Fey feliz...

Los lobos de KarbasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora