Me llamo Esther

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Me dijo que llegaba en diez minutos

*¡Que bonita mañana! que pereza tener que levantarme, el hotel esta bien y he dormido como un bebe, y ahora: desayuno y a la playa, ¡que merecidas son estas vacaciones!.*

Esther Davenport era una chica de Ohio que acababa de finalizar sus estudios en el instituto, y tenia plaza en la Universidad, tenia un plan de estudios muy estricto, pues no quería perder su beca, ya que sus padres no podían costearle los estudios superiores, pero era junio, y quería disfrutar de una semana de vacaciones en la costa.

De una belleza delicada, sus ojos claros de un azul grisáceo, cuando sostenían la mirada eran desafiantes y vehementes, claros y dulces, a sus 17 años Esther es una chica dispuesta, afable, divertida, y popular, era la primera vez que viajaba sola, bueno no del todo, en realidad había ido a visitar a una amiga, en caso contrario su madre no hubiera estado de acuerdo, Esther salía con un chico, Brandon apoyaba todas las iniciativas de Esther, brillante en el instituto, hicieron buenas migas enseguida y ahora se separaban por primera vez, menos mal que la tecnología permite la comunicación en la distancia, gracias a la telefonía móvil podían hablar a diario y comunicarse por los chats de mensajes habituales.

Esther ya estaba en Myrtle Beach, es una ciudad costera de la Costa Este de los Estados Unidos en Carolina del Sur. Myrtle Beach es uno de los principales centros del turismo en los Estados Unidos debido al clima cálido subtropical de la ciudad a lo largo del año y sus extensas playas.

Por eso se acurrucaba entre las sabanas de ese alegre hotel de playa, un hotel económico pero bien situado, las vistas desde la terraza eran increíbles, el sol ascendía por la linea del horizonte dibujada por la superficie marina, la luz era anaranjada, presagio de un día de junio caluroso, pero Esther no tenia nada que hacer salvo, ponerse el bañador y los shorts, y pasa la mañana a la orilla del mar, el ruido de las olas se escuchaba desde la habitación y era como un incitante susurro que proponía una refrescante cita durante todo el día.

Esther vino al mundo una cálida noche de mayo, en la ciudad de Toledo, su madre Katherine se sentía la mujer más afortunada del mundo mientras miraba aquel hermoso bebe, había nacido su niña y desde ese momento, Esther lleno de alegría el hogar de la familia.

Era su familia una de tantas, vivían en Columbus la capital del estado una agitada y exitosa ciudad del medio oeste estadounidense, se trasladaron a ella al poco de nacer Esther, su padre quería mejorar su situación y la ciudad le ofrecía la rampa para poder mejorar, Mildred y Steve se casaron muy jóvenes, se enamoraron y no lo pensaron dos veces, habían tenido tres hijas Jessica la mayor , Esther y Jenifer.

Que felicidad la de Mildred cuando nacieron sus hijas, aunque Esther desde que nació, con su simpatía, enseguida destacó sobre sus hermanas, y logró un lugar más amplio en el corazón de todos, era una niña alegre y dicharachera, simpática, muy divertida. De pequeña, jugar era su máxima ambición, con su grupo de amigas jugaban a las muñecas, a castillos y princesas, con su grupo de amigos practicaban deportes, a Esther le gustaba correr, j ugar al fútbol, por eso era popular entre chicas y chicos, cuando tenía 10 años tenía una ¨¨pandi¨ de 15 amigos.

Más tarde en el Instituto, no sólo tenía magníficas calificaciones en materias esenciales como matemáticas o lengua, brillaba con luz propia en el terreno de juego, formaba parte del equipo de hockey sobre hielo, gracias a este deporte estaba becada, y tenía una plaza para estudiar en la universidad estatal. 

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⏰ Última actualización: May 26, 2016 ⏰

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