Me miré por última vez en el espejo, me veía realmente bien, mi lindo vestido blanco y largo me hacía ver radiante.
-¿Estas segura de lo que haces? - dijo mi madre
Suspiré y asentí. -Creo que él me ama - dije.
-Pero... ¿le harás esto?- pregunto de nuevo mi madre.
-Él lo sabe, intente alejarme pero no puedo, lo amo madre, lo amo - dije
-Entonces, que esperamos, tenemos una boda que realizar. - dijo mamá dándome su brazo para caminar.
Suspiré con fuerza, la música de la Iglesia se hizo escuchar, observé el gran pasillo rojo que tenía que recorrer, elevé mi vista y lo vi a él, era tan perfecto, se veía realmente nervioso, mi madre le dio el brazo a mi padre.
-¿Cuando creciste hija? - dijo mi padre con orgullo.
-Padre, no soy tan grande, tengo 18 años - dije mientras miraba el camino para no tropezar. En la iglesia solo nos encontrábamos mi familia y la suya.
-¿Lo amas? - preguntó mi padre. Eleve mi vista y vi al hombre que me esperaba al final del pasillo. él me sonrío.
-Lo amo - dije con toda seguridad. Mi padre le dio mi mano a mi futuro esposo, el la beso.
-¿Estas seguro? - susurré.
-Completamente - dijo
"Estamos aquí reunidos para unir a este hombre y a esta mujer, en santo matrimonio..." El padre siguió con la misa, mis manos sudaban de los nervios, llego el momento que lo definiría todo.
-____ Morher, ¿acepta por esposo al joven Michael Clifford, para amarlo y respetarlo, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe? - suspiré.
-Acepto
-Michael Clifford, ¿acepta por esposa a la joven ____ Morher, para amarla y respetarla, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte los separe? - mis nervios se incrementaron, mi corazón latía a gran velocidad, solo una palabra me diría si el me amaba a pesar de mi enfermedad.
-Acepto - dijo, mi corazon se inundo de felicidad y mis ojos de lágrimas.
-Por el poder que me concede, los declaro marido y mujer, puede besar a la novia - el padre dijo y Michael me tomo con delicadeza entre sus brazos y me besó.
Ese recuerdo siempre sería el mejor de toda mi vida, el recuerdo del verdadero amor. Hoy me encontraba en la camilla del hospital, con las pocas fuerzas que tenía para respirar, al lado del hombre que amo.
-Michael...- susurré, de hecho, ese era todo el tono que podía dar con mi voz.
-¿Qué pasa amor? - preguntó
-Prométeme una cosa - dije
-Lo que quieras amor - dijo
-Prométeme - respire - que cuidarás de Robert - dije, Robert, era el fruto de nuestro amor, mi bebé, tenía apenas 2 meses de nacido y ya lo iba a abandonar. - dile que siempre fue la luz de mi vida, aunque solo lo tuviera conmigo dos meses
-Amor, él sabrá que eres su madre - dijo Michael con lágrimas en sus ojos. El día en que le dije a Michael sobre que estaba embarazada se alegro mucho, pero un día después el doctor dijo:
"-Si lo tienes, morirás más rápido, no entiendes, tu cuerpo no resiste mucho ____-" y aún sabiendo esas palabras, decidí tener a nuestro bebé, no quería que se quedará solo el hombre de mis sueños.
-Y Michael...
-¿Sí?
-Enamorate de nuevo, no con la misma intensidad de la que te enamoraste de mí, pero quiero que ames de nuevo, el que yo me vaya no significa que debes estar solo, siempre estaré aquí - señale su corazón
-Lo intentaré...- susurró
-Michael... no me olvides - fue lo último que dije, porque mi corazón, calló para siempre.