❝Invierno y un millón de emociones.❞
«Dudar de lo sueños, es no creer en el futuro».
Dos años antes.
Podría correr miles de kilómetros y aún así el destino me alcanzaría. El sudor corre por mi frente y partes colaterales de mi rostro, el sol se encuentra en su más grande apogeo y mis piernas moribundas no dan para más. Corro por querer alcanzar el último bote salvavidas, por poder encontrar algunas respuestas a todas esas preguntas que me he hecho durante todos estos años. Él se fue una vez pero esta, esta vez no podrá irse. No sin hablar conmigo y explicarme las cosas. Trato de acelerar un poco más el ritmo pero mi cuerpo no coopera, mi respiración se desincroniza y mis ojos se hacen acuosos. Odio ser tan débil, tan inútil. El tiempo fluye tan rápido y pareciese como si mi cuerpo se quedara inerte en medio del camino, un camino el cual no logró avanzar.
Entre las casas pintorescas logró visualizar una la cual es muy familiar para mi. Evan se encuentra subiendo sus maletas en la cajuela mientras me acerco a pasos prudentes. Al darse cuenta de mi presencia voltea rápidamente, mirándome a los ojos.
-Te busqué por hasta debajo de las piedras. July me dijo que estabas quedandote con tus padres- hable por primera vez después de seis años. Después de vivir sin el.
Evan solo baja la cabeza y se, que por sus mejillas sonrojadas, sus ojos no tardan en derramar la primera lágrima.
-Habla. No puedes irte después de todo este tiempo- vuelvo a insistir. No puede irse dejando un corazón roto, mi corazón.- No puedes ser tan cruel y dejarme así, echándome a la basura después de usar mis sentimientos a tu antojo, no otra vez.
Lo único que obtengo son sollozos y temblores por parte de su cuerpo, sintiendo la furia correr por mis venas explotó.
-¡Carajo! ¡No puedes simplemente irte!- lo aprisionó contra la portezuela del auto, golpeando su rostro bruscamente.- Eres mi vida, mio y no permitiré que te aparten de mi lado. Tu vida es mía, todo tu ser es mio.
-T-tengo que irme- al fin habla, tratando de retener el mar de lágrimas.- Tengo que irme, E-edward.
-No. No puedes. Tú perteneces aquí, a mi lado- escondo mi rostro entre su cuello y hombro repartiendo pequeños besos, tratando de persuadir la situación.- Nenes, eres mio. Me amas, te amo y eso es lo único que importa.
Sus manos tratan de apartar nuestros cuerpos, pero he estado seis años sin él; no podré resistirme. Trato de besar sus labios pero un carraspeo me impide hacerlo. Maurice se encuentra con una caja en la entrada de la casa, se ve que los años le han hecho efecto. Sus canas como un diamante en pulido brillan a la luz del día. Camina hasta llegar a la cajuela y acomodar la caja.
-Debería estar asustado, pero creeme que no lo estoy- menciona mientras me separo de Evan.- Así que vienes seis años después de lo sucedido, pidiendo clemencia y perdón. Uno que mi hijo no podrá darte. Le hiciste demasiado daño y ¿Crees que con unas cuantas palabras podrás recompensar todo el daño ya hecho?. Pues dejame decirte que no, Evan merece algo mejor y está claro que ese algo no eres tu.
Se de mis errores, pero mi ángel puede y debe perdonarme. Por mi, por nuestro más grande amor; Nathan. El cual es fruto de todo el amor que nos tenemos.
-Nat lo necesita, yo lo necesito. Y no permitiré que lo apartes de nuestro lado. No de nuevo- trató de usar un tono amenazante, pero no ocasiona nada en Maurice. Evan trata de moverse pero yo se lo impido, colocando mis manos en su cintura apretando la.
-Suéltalo. Evan, sube al auto- mi ángel me mira con sus ojos cafés y con un último intento por que lo suelte lleva sus manos hasta mis rostro apartandome. Duele su rechazo. Aprieto más fuerte mirando su rostro contraerse gracias al dolor.
-B-basta Ed, me lastimas. Dejame ir. Y-yo no quiero saber nada de ti, ni de Nathan. Ya no son nada en mi vida, nunca lo fueron- lo suelto liberandolo de la prisión de mis brazos. Camina hasta el lado contrario entrando al auto despidiéndose de mí con un fuerte portazo.
Las lágrimas descienden por mi rostro, humilladamente. Nathan lo necesita, mi corazón y ser lo necesitan. Y es muy egoista de su parte le dejarnos.
-Ahora, quiero que saques tu asqueroso olor de mi casa y jamás vuelvas. No trates de acercarte a Evan, no lo busques ni llames. Estas muerto para él desde el momento que le arrebataste su inocencia de la peor manera. Afronta lo que perdiste por cobarde, imbécil.
Golpea mi hombro bruscamente subiendo al auto, arrancando inmediatamente. El picante olor de mi ángel desaparece poco a poco, dejandome solo y abandonado. Mi alma cae hasta el suelo, mi corazón trata de animarse por Nathan, pero nada lo consuela. Solo cierro los ojos y emprendo camino hasta mi hogar, donde mi pequeño alfa se encuentra.
Bueeeno. Como se han de haber dado cuenta, cambie el primer capítulo ya que eso no era lo que deseaba fuese el principio de esta historia.
Me había puesto como loca al notar lo que había escrito. Pero gracias a yizus y al universo de Frank pude acordarme que tenía guardado en word la mayor parte de la historia.
El capítulo siguiente va a ser un poco ya más adentrado a la trama.
Les agradezco por los votos y leídos. Gracias.
[equis de.]
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Haze of love.{L.S}Omegaverse.
SonstigesUna vida donde las leyes son corrompidas y los fugitivos toman justicia por su propia mano, donde los fuertes son los que prevalecen ante todos; donde el dinero sigue moviendo al mundo. Edward Rowling un hombre de negocios y sin compromisos, fuerte...