-Ahh - un suspiro salió de los labios del azabache, quien se encontraba mirando el pasar de los edificios por la ventana de aquel vació autobús, ¿cómo había llegado ahí? La respuesta era sencilla: Lee Jihoon, aquel chico de baja estatura y un carácter de los mil demonios, era el culpable de que Seungcheol decidiera tomar un autobús a media noche con destino al otro lado de la ciudad.
Y como no lo iba a hacer si todos en el mundo sabían que Seungcheol estaba peor que una adolescente enamorada cuando se trataba de Jihoon.
Simplemente el recordar al menor o mencionar su nombre era suficiente motivo para que en el rostro de Seungcheol se dibujada la ya típica sonrisa de tonto enamorado con la cual ya estaba acostumbrado a vivir, pues ya hace tres años que conocía al causante de ella y hace apenas dos que había empezado una relación con él.
Sonríe al recordar el primer día en el que vio a Jihoon, caminaba por el campus de la universidad tratando de llegar a tiempo a su ultima clase cuando algo o mejor dicho alguien llamó su atención, y es que no puedes ir por la vida como si nada sin notar a Jihoon o al menos eso fue lo que pensó Seungcheol, aquel chico de piel lechosa y que en ese entonces llevaba sus cabellos de un color rosado causo miles de sensaciones en el interior de Cheol, Jihoon iba tan rápido como podía tratando de llegar a ultima, que ni siquiera noto la mirada de Cheol en él cuando paso a su lado, el azabache perdió de vista al rosado cuando este entro a su salón seguido del timbre que indicaba el inicio de la última clase. Iba a llegar tarde. Cuando el más alto por fin llego a su clase no podía dejar de pensar en aquel chico, quien había traído consigo las mariposas al estómago de Seungcheol.
El autobús se acercaba cada vez más a su destino cuando Seungcheol recuerda la primera vez que le había dirigido la palabra, era invierno Jihoon estaba esperando el autobús mientras trataba de no morir a causa del frío, se maldecía internamente por no traer algo más grueso que una simple bufanda, estaba tan ensimismado, cuando sintió que era cubierto por una cálida sensación, al voltearse se encontró con Seungcheol quien le dedicaba una sonrisa- la más grande que Jihoon había visto en su corta vida-.y lo envolvía con su chaqueta -Creo que la necesitas más que yo-, fue lo único que dijo antes de iniciar la primera conversación de muchas otras, con las ya presentes mariposas en el estómago de Cheol.
El autobús ya había llegado a su última parada, dejando al azabache a unas cuantas cuadras de distancia de su destino, a su mente vienen esos pequeños recuerdos; el primer beso, los primeros te amo, las primeras peleas, las risas, los llantos, las alegrías, los disgustos, todo lo que había vivido con Jihoon.
Se encontraba ya frente a la casa del menor, cuando toco el timbre de esta y fue cuando la puerta se abrió dejando ver a un Jihoon algo somnoliento con su misma piel lechosa, con sus cabellos ahora de un color castaño, con la misma sonrisa que Seungcheol tenía en el rostro la primera vez que lo vio, que se dio cuenta que después de todos estos años las mariposas en su estómago seguían ahí.
.- ¿Qué haces aqu...? - no terminó de decir, cuando el más alto le robó un beso. - ¿Y eso por qué?
-Creo que simplemente me nació hacerlo.
-Eres un idiota, ¿lo sabías?
-Un idiota, que a pesar de todo este tiempo, sigue siendo solo tuyo. - contestó, antes de abalanzarse sobre él en un abrazo e ingresar a su casa...y no precisamente para dormir.
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Primera historia, perdon si no es buena, cualquier comentario o sugerencia es bienvenida.
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Still Into You. [JICHEOL]
Fanfiction》-A pesar de todo este tiempo, sigo siendo solo tuyo. --《 --No copias, ni adaptaciones