Capitulo 4

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(Dakotta)

-Habéis tenido la mala suerte que sea yo.-Me giré y estaba Rosie cruzada de brazos mirándome enfadada.-Quien te crees que eres para hablar tan libremente sobre la sexualidad de la gente?

-Y tu quien eres para espiarme?.-Me levanto poniéndome enfrente suya.

-No me cambies de tema, no tienes derecho ha hablar de Edgar, ninguno!.-Dice casi gritando.-Así que la próxima vez que escuche su nombre de alguno de vosotros.-Nos señala a los dos.-No seré tan simpática.-Dicho esto se va del bar.

-Para ser tan pequeña tiene mucho odio dentro.-Escucho susurrar a Edward a mi espalda.

(Edgar)

Salgo de clase y llamo a Rosie para volver juntos.

-Ros, donde estas?.-Digo saliendo fuera.-Te estoy esperando en la puerta.

-Voy.-Suelta borde y me cuelga.-

-A esta que le pasa?.-Le susurro al móvil y espero a que Ros salga.

Salé a los cinco minuto con cara de muy pocos amigos.

-Que ha pasado?.-Le digo caminando detrás suya ya que no se ha parado ni para mirarme.

-La zorra de tu amiga.-Se para de golpe y me mira.-Estaba hablando con Edward sobre si eras gay o no.

-Y por eso estas así?.-La miro sorprendido.- A mi eso me da igual, su opinión me da exactamente igual.

-Bueno pues a mi no.-Dice un poco mas calmada.-No pienso dejar que nadie hable de ti a tus espaldas, y menos a esa tía, que se cree la reina del mundo.

-Ahora lo que tienes que hacer es relajarte.-Le pongo las manos en sus hombros.-Si han hablado de mi, es que les intereso mas de lo que ellos creen.

-Yo solo quiero decir que a la próxima no sale viva.-Suspira cabreada y yo suelto una carcajada.

(Dakotta)

Salimos de clase, y vamos a por las motos.

-Te noto muy callada.-Me dice Edward mientras caminamos.

-Es que he pasado de no saber de su existencia a tenerlo hasta en la sopa.-Suspiro resignada.

-De quien hablas?.-Pregunta mirándome extrañado.

-Del frik...digo de Edgar.-Llegamos a las motos y me pongo el casco ignorando lo que me dice Edward.

-Eso sera por que te ha empezado a interesar desde que te planto cara.-Se pone el casco y arrancamos.

Llego a mi casa sobre las dos y media, me tumbo a la cama decidida a no hacer nada, después del día tan movidito que he tenido hoy lo ultimo que me apetece es ponerme a hacer cosas.Estaba quedándome dormida cuando suena el móvil.

-Ponte el chándal y coge los guantes, te espero debajo de tu casa en 10 minutos.-Dicho esto mi hermano me cuelga.Voy corriendo a cambiarme y me pongo a buscar los guantes como loca.

-Donde los habré puesto?.-Grito ya exasperada.

-Por que están aquí.-Miro a la puerta y veo a Alex mirándome con los guantes en la mano.

-Como has entrado?.-Mete los guantes en la bolsa.

-Aunque ya no viva aquí, sigo teniendo mis llaves.-Sonríe y me da un beso en la frente.-He venido a buscarte por que intuía que necesitabas unas horas de relax.

-Eso era lo que intentaba tener.-Suspiro cerrando la bolsa.-Por cierto como sabias que lo necesitaba?

-Mama me ha dicho que ni le has saludado cuando has entrado en casa, y se que cada vez que haces eso es que te ha pasado algo.-Me mira sonriendo y salimos de casa.

-No me ha pasado nada malo, solo hay una pareja en mi instituto que me llevan por el camino de la amargura.-Digo cansada y empezamos a caminar hacia el gimnasio.

-Te has metido en líos o algo?.-Me mira algo preocupado pero yo niego rápidamente con la cabeza.

-No no, solo que he pasado de no saber que un chico existía a tener un montón de líos por su culpa,o por la culpa de su amiga.-Le miro y le sonrío ligeramente.

(Edgar)

-No papa, hoy no voy al gimnasio,quiero dormir.-Le doy la espalda cuando entra en mi cuarto levantando un huracán.

-Se duerme por la noche , de día se hacen cosas productivas.-Me empuja tirándome de la cama.

-Podrías convencerme de una forma mas pacifica no?.-Le digo cabreado y me levanto de un salto.

-Tu bolsa de gimnasio ya esta en el coche, te espero abajo en cinco minutos.-Dicho esto cierra la puerta de un portazo.

Pasados veinte minutos llegamos al gimnasio y voy directo al baño a cambiarme.

-Te espero en el ring.-Me grita alejándose.

Me cambio rápidamente y me dirijo hacia allí, de camino me choco con un chico que me resulta familiar.

-Perdona tío.-Me dice dándome una palmada en la espalda y continua con su camino.

Llego al ring, y lo que veo casi me tira al suelo.

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Multimedia:Rose

We'll never be as young as we are now.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora