Una tarde de esas que mi alma no recuerda, -tal vez de vidas pasadas-
Caminaba desprevenido por las calles,
estrechas
empolvadas,
adoquinadas,
olorosas a un antiguo pueblo.
La muchedumbre que gritaba arengas en un idioma antiguo,
que mi mente y mi conocimiento no entendían,
corrían de un lado a otro, la polvareda que se levantaba al paso,
llamaron mi atención.
Sus túnicas curtidas por el trajín fervoroso me envolvían,
me invitaban, -instigaban-
Un paso militar me intimidó, pero mi curiosidad era más fuerte que el miedo.
Me encasille en la marcha, detrás de no se qué, solo mi alma,
que embriagada de un olor sudoroso y sufrido me incitaba a seguir el cortejo.
Azotes y gemidos,
burlas y golpes se escuchaban y se grababan entre murallas,
Las voces extrañas y lamentos no alcanzaban a explicarme aquel acontecimiento.
Cuan asombrado quedé, mi corazón no daba razón,
al ver aquel hombre,
Cansado,
herido, sangrante,
humillado y colgado de un madero,
que, aunque sufriendo lo insufrible,
soportando y sintiendo lo que sienten las almas buenas,
ofrendaba su perdón, y, clamaba en su estertor al Dios de los hombres,
nos tuviera compasión.
Una tarde, de estas que mi alma aún no quiere recordar,
con un cristo de madera,
como escudo y bajo su protección, -Oh señor mio-
sigue mi razón y mi entendimiento sin comprender,
El porqué de aquél hombre coronado de espinas,
cansado,
perseguido,
humillado,
sacrificado fue en una cruz sin merecer.
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PROEMAS. Inêditos
PoetryPensamientos de un imitador de poeta, lanzándole versos libres a su amada, a la vida , a la ilusión. Jugando al juego del amor, algunas veces faltante, escondido, @pasionado, escurridizo y a lo mejor, doloroso. Dejo aquí mis proemas inéditos para...