2

1 0 0
                                    

Al dirigirme al segundo piso encontré al fin la habitacion de donde provenía aquella melodia, agarré un palo de metal que tenía a mi alcance y sin previo aviso tumbe la puerta, frente de mi un individuo bastante alto y Delgado, vestido con un elegante pero maltratado sacó y pantalón, su pelo bastante largo cubriendo su pálido y deteriorado rostro, la habitación se encontraba iluminada con tres belas negras; al otro lado presencie lo más inhumano y macabro que había vizto, el cadáver de Elena, la que fue mi amante hace algunos inviernos.
pero desmembrado y con una abertura desde el estómago hasta la boca, le había arrancado la tráquea en un corte limpio; completamente bañada en sangre y con el pelo arrancado desde la raíz, la escena era horrible y la impresión me hizo soltar inconscientemente aquella palanca en mis manos.
El torso desnudo y los pechos al aire, aquella cicatriz en su hombro, era inconfundible si no fuera por todo el baño de sangre que la haría irreconocible
En un espanto, las muchachas que me acompañaban detrás mío no emitieron más sonido que el quejido del un estado de shock, agudo y penetrante. Lentamente, di unos pasos atrás, cegado por la escena me acerque a la puerta

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

EL LLANTO DE ORFEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora