Prefacio

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Después de mucho tiempo, las hadas y las sirenas lograron llegar a un acuerdo. Compartirían el territorio y vivirían en paz y armonía todo el tiempo que les fuera posible.


Las hadas; formaron su pueblo principalmente dentro de los árboles, aunque la vida para ellas era posible en cualquier lado, siempre y cuando estuvieran ocultas. Ellas podían adoptar tanto el tamaño de una hormiga, como el de un ser humano.

Las sirenas; tal y como habrían jurado, se escondieron detrás de la cascada del bosque, solo salían a jugar al río que se extendía al frente de esta, cuando estaban seguras de que no habría ningún mortal cerca, ya que su encanto y su belleza eran antinaturales; por no hablar, claro de la cola de pez que salía de sus caderas. Ellas podían adoptar forma humana si se lo proponían, pero no podían estar de esa forma por mucho, y menos aún, lejos del agua.

Y así vivieron en paz durante milenios, cada especie en su lado del bosque. Nadie trataba con algún espécimen de la otra raza. NADIE... Salvo Nerón y Desirée.


Él, pertenecía al clan de las Hadas.

Ella, era una Sirena.

Se vieron por primera vez por una de esas extrañas casualidades de la vida.

Ella, nadando.

Él explorando.

Ella, hermosísima.

Él, increíblemente fuerte y apuesto

Ella se enamoró perdidamente. Y él dejo de explorar, pues ya había encontrado lo que buscaba.

Pero el destino juega malas pasadas y así como los unió, los separó.

Una historia prohibida.

Un juego peligroso.

Una historia de amor rota por el egoísmo de los que en toda su vida inmortal no encontraron el amor.

Una historia que dio sus frutos.


Tres pequeñas salieron del vientre de ella, vaya a saber uno como, de esa forma tan rara que tienen las sirenas. Los dos clanes decidieron sacrificar a los incompetentes que crearon tres niñas híbridas. Pero... como ya leíste antes, el destino suele tener rabietas.

Así como ata, desata. Como une, separa. Y como quita oportunidades, también las da.

La Luna, cansada de ver a sus hijos pelear y al darse cuenta del gran amor de esa pequeña familia decidió intervenir.

Sin embargo, nada pudo hacer por los padres. Las tres bebés lloraban a pleno pulmón, en medio de la sangre derramada de sus padres. La Luna personificada, actuó con rapidez. Tomó a las pequeñas y las separo a una en cada punta del país.

Así es como la Luna las salvo.

Así es como separadas, las tres niñas crecieron junto a sus respectivas familias adoptivas, sintiendo un gran amor por el agua y la naturaleza. Con increíbles capacidades para arreglar y construir cosas y con una maravillosa voz. Siempre inteligentes, serviciales, amables y hermosas.

Así es como comenzó la historia de las Protegidas de la Luna.


EDITADO.

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⏰ Última actualización: Dec 12, 2018 ⏰

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Las Protegidas De La LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora