De cielo bruno comenzó a volverse pálido, poco a poco los rayos de sol despejaron la negrura para anunciar un día más de lluvia, con el cielo atascado de nubes grises y los adentros desvelados por las emociones; con las manos en los bolsillos del sueter, salía el sol intentando no develar los secretos escuchados, por una noche fría y húmeda en la colina del este. Cabizbajo y nauseabundo, bostezó para decirle al mundo que amanecía, pero en realidad llegaba la hora de dormir.
25/09/2013
YLVH