Hoy las gotas caen sobre aquella ventana, anhelando el dorado sol que todos los días se le presentaba llenando de luz aquella habitación que ahora está oscura y lúgubre, anhela las bromas y las risas que una vez hubieron en aquella cama, hecha de menos cuántos poemas escribió en aquel escritorio en el cual ahora solo habitan algunas motas de polvo esperando a alguna escritora como ella, haciendo que escribir pareciera tan fácil, tan simple, aquellas hojas anhelan el deslizar del lápiz sobre ellas, los tachones sobre los típicos errores y su letra desgastada y nerviosa, ahora ella no está para deslizar el lápiz sobre el papel, no está para quitar esas motas de polvo, ni tampoco para gastar esas bromas y risas que le quedaban en aquella cama.
Volvamos a la ventana, ahora ya no llueve, ahora ella es el sol que alumbra la habitación una vez más, ella es el viento que se cuela por esta, limpia las motas de polvo y hace volar las hojas y el lápiz a otra escritora más, la que una vez aprendió de ella y que con todo su corazón esta historia ha conseguido relatar.
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The Only Truth
Short StoryElla siempre fue la mejor actriz de todas. Él era el mejor observador de todos.