Capítulo 8

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Sus piernas temblaban con nerviosísimo cuando el guardia que caminaba frente a él le dijo que lo llevaría hasta donde estaba SeHun esperando la llegada de su abogado. Se había encargado de que nadie le dijese a SeHun que él sería su abogado y que llevaría su caso. Había sido un poco difícil pues no habían tenido oportunidad de reunirse por lo mismo y, por esa razón, no habían hablado sobre los datos que tal vez Kai no sabía.

Pero había llegado la hora de verlo después de tres meses. Después de aquel último extraño beso que compartieron.

El policía se detuvo enfrente de una puerta de metal y sacó unas llaves de su bolsillo trasero. Mientras giraba la llave para abrir el seguro, LuHan mordió su labio para evitar salir corriendo.

—Si algo sale mal, sólo grite, vendremos a ayudarlo en seguida. —El policía indico, él sólo se limito a asentir y una vez que la puerta estuvo abierta, pasó saliva antes de entrar.

SeHun se encontraba sentado, con las manos en su regazo, sus ojos miraban la mesa sin expresión alguna. LuHan sintió su corazón empezar a latir como un loco cuando lo vio. La puerta se cerró una vez que estuvo dentro y escuchó como el policía le volvía a poner seguro a la puerta. Kai se había quedado afuera, esperando a que fuera hora de entrar a los juzgados.

Tomó una larga bocanada de aire y caminó hasta sentarse en la otra silla que se encontraba enfrente de SeHun, sólo la mesa los separaba.

El platinado no alzó la mirada en ningún momento, LuHan pensó que tal vez SeHun no hablaría sobre su asunto y que su propósito era que el abogado se fuera, como el anterior. LuHan no entendía por qué SeHun no quería salir libre siendo que él no era culpable de nada.

LuHan se mantuvo en silencio, dándose el tiempo de observar el rostro de SeHun. Parecía cansado, fatigado, decaído, sus ojos ya no tenían ese brillo burlón de siempre. La inexpresividad de su rostro era mayor, su pecho subía y bajaba lentamente por su tranquila respiración. Sus manos se mantenían quietas en su regazo y su mirada seguía inspeccionando la mesa frente a él.

—SeHun... —soltó, con el nudo en su garganta haciéndose cada vez más tenso.

Sabía que lo extraña, que deseaba volver a verlo, que de verdad lo necesitaba a su lado, incluso si sólo era para molestarlo. Pero no se había dado cuenta de cuánto lo extrañaba hasta que lo tuvo enfrente. Sus ojos se llenaron de lágrimas por la emoción de volver a verlo, su corazón latió con demasiada fuerza; y encontró agradable todos los sentimientos que lo llenaron.

SeHun se tensó al escuchar su voz, dejó de respirar por una fracción de segundos, después poco a poco empezó a levantar la mirada. Sus ojos se abrieron como platos al reconocer el rostro de LuHan, su boca se abrió pero la volvió a cerrar.

—SeHun. —volvió a hablar LuHan, carraspeando, desvió la mirada y parpadeó varias veces, intentando no dejar que las lágrimas escaparan. —Vine a sacarte de aquí, así que tienes que decirme todo, totalmente todo —regresó su mirada a los ojos de SeHun quién seguía inexpresivo, pasó saliva. —Las sesiones empezaran hoy y espero que no sean muchas, Kai me dijo algunas cosas que ayudaran a sacarte de aquí, además de que será nuestro testigo ya que él ha estado contigo mucho tiempo.

LuHan soltó un fuerte suspiró y, del pequeño maletín que llevaba, sacó unas cuantas hojas en blanco, luego sacó una pluma y miró a SeHun. Él seguía sin hablar y eso ponía al pelinegro nervioso, las palmas de sus manos empezaban a mojarse por el sudor, regresó su mirada a las hojas en blanco y empezó a escribir unas cuantas cosas. SeHun notó que eran preguntas.

—Bueno, SeHun... —comenzó LuHan, sin separar su mirada de las hojas. —Te haré unas preguntas y tu las contestaras sinceramente, no quiero lidiar con mentiras, mientras más sincero seas, más rápido te sacaré de aquí, ¿Estás de acuerdo?

Kidnapper {HunHan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora