Inventos Negros

1

"Nadie sabe, nadie sabe"
Pienso mientras intento convencerme
de que nada es real, de que nadie sabe que es lo que sucede.

Mi mente me habla, me dice que nada esta bien, que tu el que lee esto no está bien.

Mi mente me obliga... me obliga a hacer lo que ella quiere.

No estoy loca... eso dice mi mente.

No hay suspenso, no hay misterio, no hay nada que buscar.

Llovía y repetí en voz alta - Nadie sabe, nadie sabe - aunque lo dijera mil veces sabía que esa persona... esa persona sabía lo que yo había echo.
Pensé en que hacer decidí salir.

*Tiempo después*

Estaba al frente de esa puerta, color negro, grande y misteriosa, quería entrar pero sabia que tenia sus consecuencias, algo malo pasaría.

Me fui de ahí.

Llegando a mi casa sentí un escalofrío, me quedé congelada frente a la iglesia me obligue a entrar, o ella me obligó a entrar.

Ya adentro empecé a sudar frío y a sentir escalofríos ya estaba acostumbrada a esta sensación tan mía.

El sonido de la iglesia no era habitual, había una señora arrodillada frente a la Cruz tan común con un Dios formándola, evidentemente la vieja estaba llorando, rezaba entre lágrimas, de nuevo el escalofrío que ya no era tan intenso volvió mucho mas fuerte, mi mente se nublo, saqué una navaja corrí hacia ella y la maté, no se en que pensaba ya que un joven de cara familiar me estaba observando, salió corriendo y aunque quise perseguirlo no lo hice.

Una señora detrás mío quedó paralizada, vio mi cara ... 'Ya son 3' pensé, salí caminando normal de ese lugar.

Ya en mi hogar, no recordaba nada de lo que había pasado llevaba mucho sin ver a una persona conocida o hablar co... realmente no tengo familia, ni amigos; Mi estómago crujía de hambre llame a una pizzería para un domicilio.

Más tarde estaba sentada en medio de mi sala dentro de mi desorden y suciedad, sonó el timbre salí a recibir mi pedido, me quedé paralizada cuando vi atrás del repartidor, el intenso escalofrío volvió en un rápido movimiento saque mi navaja salí corriendo y aunque las personas cercanas afirman de que no había nada, yo sabía que ahí estaba ese joven aquel de la iglesia, aquel que me estaba matando por dentro...

Continuara