Cap 4: lo ilusionaste

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POV Naomi

Ya no paro de pensar en lo que pasó, primero fue Joaquin, después Emilia y por último Eduardo, mis únicos amigos en este maldito colegio se fueron, me quede sola sin quien conversar de lo que me pasaba, sentía u opinaba. Sin embargo seguí un poco en contacto con el uke y el Joaco. Este ultimo comenzó a beber mucho más desde que Edu se fue, cree que es verdad todo lo que le dicen sus padres y maestros: "eres una mierda de persona". No creo que el ukesito pueda perdonar lo que el idiota del Joaquin le hizo, sin embargo no creo que sea una mierda como le dicen, un idiota inmaduro al que te encantaría pegarle sí, pero no una mierda.

Ayer lo vi, estaba con sus "amigos" en la playa bebiendo un poco de alcohol, al verme fue corriendo hacia donde yo estaba leyendo, una banca con vista hacia el mar, me preguntó sobre el Eduardo, no pude responderle, hui del lugar al instante no quiería que supiera que va a volver ukesito, no quiero que vuelva a herir a mi hermano.

Miro el reloj ya son las 7:30 tengo que irme al colegio. Todos los días recorro por las mañanas estas calles desiertas en las que mi única compañía son la luna, los perros callejeros, el sol que está saliendo detrás de los cerros y mis pensamientos sobre un amor no correspondido que se fue para no volver. Al llegar al colegio acostumbro a guardar mi celular y sentarme en mi puesto a esperar las aburridas clases, y esta vez no fue la excepción. Lo único que esta vez cambiaría, serian las aburridas clases ya que faltaban minutos para que mi hermano uke volviera a esta apestosa escuela, pero antes de eso obviamente tengo que aguantar al Joaco que viene todas las mañanas a dejar a su hermano y de pasada conseguir alguna información del Eduardo.
Me puse a leer un libro, "mi lucha" de Adolf Hitler, cuando veo por la ventana que Joaquin está conversando con Luciano, otro engendro inmaduro pero más culturizado que Joaco, trato de huir, pero al poner un pie fuera de la sala alguien me agarra del brazo, traté de zafarme de su agarre sin embargo la otra persona tiene más fuerza que yo, resignada me di vuelta para ver quién era, y para mi gran suerte era Joaquin.

-¿qué quieres? -lo miro molesta.

-saber algo del Edu, te lo pido.... No, te lo ruego -me observa con una cara muy tierna, supongo que esta es la "carita de perro" de la que habla tanto Eduardo.

-después de lo que le hiciste....

-¿Qué le hice que sea tan terrible según tu?

Confundida no creía en lo que me estaba preguntando la persona parada al frente mío.

-loco ¿en serio me estas preguntando? -le contesto con una sonrisa en mi rostro creyendo que solamente es una broma.

-si, o sea no. Pero.... Ahhhh. No sé -me dice tapándose el rostro con sus manos lo cual me molestó un poco.

-te lo diré solo una vez, te lo comiste brigido no una, varias veces. Eso está bien, son amigos pueden hacerlo, tienen todo el derecho, pero lo hiciste mientras sospechabas lo que él sentía por ti, y con eso no se juega, no se puede. Además lo hiciste por experimentar lo cual también está bien pero tienes cuantos amigos para hacerlo y no con la persona que te ha amado y cuidado tanto tiempo. Reitero tu sospechabas y era muy obvio que él te amaba, aun así jugaste con sus sentimientos, lo utilisaste y lo ilusionaste weon.
-puta si se que la cague -pone de nuevo esa estúpida cara que le gusta al Eduardo, en realidad a mi no me produce nada, de hecho me dan más ganas de golpearlo.

-entonces para que preguntas. Ya andate y deja de hincharme los ovarios.

Justo iba a despedirse de mi cuando aparece Edu leyendo un manga, sin levantar la cara para observar su alrededor, dejando a Joaquin en shock completamente sorprendido sin poder moverse.

"No sigas tus sueños, sigue tu propia realidad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora